Así lo ha anunciado este lunes en declaraciones a los medios de comunicación el inspector jefe y jefe de la sección de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Brigada Provincial de la Policial Judicial de la Jefatura Superior de la Región de Murcia, Marcos Castro.

A los detenidos se les imputa hasta el momento su participación en una veintena de hechos delictivos entre 13 robos con violencia e intimidación en establecimientos comerciales abiertos al público -especialmente gasolineras, estancos y locales de comida rápida-; un robo con fuerza en domicilio; alunizajes; cuatro sustracciones de vehículos; delito contra la salud pública; malos tratos; amenazas, tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

Según ha explicado Castro, la operación comenzó en octubre de 2018 y se ha desarrollado hasta que tuvo lugar el último hecho delictivo, el pasado diciembre. La detención de los cinco presuntos delincuentes se produjo el pasado martes, 18 de febrero, por lo que la investigación policial, en la que ha intervenido medio centenar de agentes, ha durado cerca de un año y medio.

Para cometer los hechos delictivos se cubrían la cara con pasamontañas y vestían guantes para no dejar rastro, robaban vehículos que luego utilizaban para asaltar establecimientos y no dudaban en amenazar a sus víctimas con armas de fuego para hacerse con el botín.

Cada vez que preparaban un asalto buscaban un coche objetivo, normalmente de gama media, del que se apoderaban para perpetrar el delito, y del que se deshacían una vez cometido. La banda no cometió más de dos o tres hechos delictivos con un mismo vehículo antes de abandonarlo, con el fin de impedir ser detectados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La operación culminó con la detención de los cinco miembros de la banda y la práctica de siete registros domiciliarios en los que se intervinieron cuatro pistolas simuladas, un machete, pasamontañas, tres turismos, objetos de los que se está investigando su procedencia y pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes.

AMPLIA EXPERIENCIA DELICTIVA

A pesar de la juventud de los detenidos, se trata de personas con una "amplia experiencia delictual" en la Región y "viejos conocidos de la policía", con un grado de especialización "concreto". Los atracadores ya habían sido detenidos con anterioridad por hechos de similares características.

La sucesión de robos creó una importante alarma social en la zona, muy próxima a los domicilios de los presuntos delincuentes, entre Juan Carlos I y Avenida Juan de Borbón, sobre todo entre los hosteleros.

MALOS TRATOS

Fruto de las investigaciones policiales se pudo concretar que se estaba produciendo un episodio de malos tratos por uno de los detenidos contra su expareja. Al parecer, la intención de unos de los miembros de la banda era la de ir en busca de la actual pareja de la mujer para causarle lesiones.

En base a esto, la Policía estableció una serie de medidas de protección en torno a la víctima y a su actual pareja para evitar que no sufrieran daños, y así los agentes pudieron evitar que se llegará a cometer un nuevo delito.

Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, que decretó su ingresó en prisión por su presunta participación en los delitos de robo con violencia e intimidación, robos con fuerza, sustracción de vehículos, y pertenencia a organización criminal.