¿Por qué los jueces han mantenido en libertad a los exjugadores de la Arandina, condenados a 38 años de cárcel?

Carlos Cuadrado, uno de los tres exjugadores de la Arandina.
Carlos Cuadrado, uno de los tres exjugadores de la Arandina.
Santi Otero / EFE
Carlos Cuadrado, uno de los tres exjugadores de la Arandina.
Carlos Cuadrado, uno de los tres exjugadores de la Arandina.
Santi Otero / EFE

Este miércoles la Audiencia de Burgos ha decidido mantener en libertad provisional a los tres exjugadores de la Arandina condenados a 38 años de prisión por agresiones sexuales a una menor. Permanecerán así al menos hasta que se resuelvan todos los recursos presentados por las partes y la sentencia sea firme.

Rafael Fontán, profesor de Derecho Penal de la Universidad Europea de Madrid, señala que esta decisión de la Audiencia de Burgos entra en lo esperado. Aunque no hay una norma específica en la legislación penal, una ley no escrita dicta que los condenados siguen generalmente en la misma situación en la que estaban hasta que la sentencia se hace firme, es decir, hasta que se agotan todos los recursos que se pueden presentar contra ella.  

"La ley no dice nada específicamente, pero lo normal es que después de la primera sentencia, los procesados continúen en la misma situación en la que estaban durante ese primer juicio", explica Fontán. "Si estaban en prisión provisional, seguirán en prisión provisional salvo que cumplan los plazos de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que por lo general es un máximo de dos años".

"Pero como estas tres personas estaban en libertad provisional, lo normal también es que se les decrete ahora la libertad provisional", agrega.

Es decir, en esta etapa la situación de libertad o prisión no depende de la naturaleza de la condena en primera instancia, sino de la situación individual del procesado o condenado.

Los exjugadores de la Arandina siguen manteniendo las condiciones que les permitieron acceder a la libertad provisional al principio del proceso: han prestado fianza, han acudido a todos los requerimientos del tribunal y no se han fugado o mostrado un riesgo de fuga.

Como ejemplo de un cambio de situación, el profesor de Derecho Penal recuerda al miembro de la Manada de Pamplona, Ángel Boza, que aunque estaba en libertad provisional a la espera de que se resolvieran los recursos, en noviembre de 2018 volvió a ingresar en prisión por el robo de unas gafas. El juez de ese caso volvió a concederle después la libertad provisional.

Para decretar la libertad o la prisión provisional, el juez se basa en varias circunstancias, tanto de la naturaleza del delito como de los mismos autores. "No hay ninguna norma que especifique para qué delitos puede concederse la libertad provisional y para qué delitos no", señala.

"Otra norma no escrita es que cuando hay violencia en el delito cometido, por ejemplo en un homicidio, asesinato, delitos de terrorismo o contra la libertad sexual con violencia, en función también de las circunstancias lo normal es que se decrete prisión provisional", agrega Fontán.

Hasta que sea firme

En todo caso, la situación del reo no cambia hasta que la sentencia es firme. Generalmente se llega hasta el Supremo, y si esa máxima instancia confirma la condena a 38 años a los exjugadores de la Arandina, será en ese momento cuando tengan que entrar en prisión.

O que queden plenamente libres, advierte Fontán, ya que se puede dar el caso de que el Supremo estime los recursos de la defensa y no confirme la sentencia sino que reduzca la pena o la anule por algún motivo: por considerase que no se dan los presupuestos planteados, por un defecto de forma, ilegalidad de las pruebas o contradicción. 

"Es improbable pero no imposible que resulten absueltos, no es algo totalmente descartable", advierte el profesor de la Universidad Europea de Madrid.

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