Casado se reafirma en el 'no' al "Gobierno comunista" de Sánchez e Iglesias: "Es casi un insulto"

Reunión entre Sánchez y Casado para hablar de la investidura.
Reunión entre Sánchez y Casado para hablar de la investidura.
EFE
Reunión entre Sánchez y Casado para hablar de la investidura.
Reunión entre Sánchez y Casado para hablar de la investidura.
ATLAS

No se preveía que la reunión que han mantenido este lunes los líderes de PSOE y PP, Pedro Sánchez y Pablo Casado, terminara con un cambio de posición. Y no hubo sorpresas: tras un encuentro que duró menos de una hora, Casado confirmó que no facilitará con su abstención la investidura de Sánchez, que sigue sin tener fecha fijada. "Es casi un insulto" que se le plantee esta opción al PP, afirmó.

El encuentro, agendado para este lunes a las 9:30, comenzó con un saludo ante los fotógrafos en el que tanto Sánchez como Casado han mostrado un gesto muy serio. Y, tras la reunión, el líder del PP denunció que el dirigente socialista ha tratado de tomar a su partido como "coartada" de una decisión "libre y voluntaria": la de pactar con los "comunistas" de Unidas Podemos y los independentistas de ERC.

"El PP no puede ser un partido que blanquee ese pacto", dejó claro Casado, que aseguró que lo que le ha "demostrado" el "simulacro de acercamiento" de Sánchez es que "está instalado en el no es no" al PP. "La única oferta" que se ha planteado, "hasta cinco veces", es que los conservadores se abstengan ante un "Gobierno comunista", se quejó Casado, que aseguró que "para este viaje no hacían falta alforjas".

"Nadie en España entendería que el PP facilitara" esa clase de acuerdo, porque "sería como pedirle a Sánchez que facilitara un Gobierno del PP con Vox en la vicepresidencia", zanjó.

Casado apunta a Ciudadanos

Y es que, para Casado, es imposible apoyar por activa o por pasiva la investidura de un presidente como Sánchez que, según denunció, está "fuera de la Constitución" por defender, según aseguró, el "derecho de autodeterminación" de Cataluña. Por ello, el líder del PP ofreció "dos alternativas" que permitirían a Sánchez "gobernar en solitario": o bien un acuerdo a tres bandas con el apoyo de Unidas Podemos y Ciudadanos, o bien un pacto con "la izquierda y los regionalistas" y la abstención de Ciudadanos.

No obstante, estas dos propuestas obvian que Unidas Podemos se niega a investir a Sánchez si no tiene presencia en el Gobierno y que Ciudadanos no quiere apoyar ni por activa ni por pasiva un pacto que necesite del apoyo externo de formaciones nacionalistas como el PNV.

Lo que sí ha ofrecido Casado a Sánchez son un total de once "pactos de Estado": en materia de Presupuestos, "respuesta al desafío independentista", "gobernabilidad en Navarra que no dependa de Bildu", reforma de la ley electoral, educación, despoblación, justicia, violencia de género, pensiones, defensa e infraestructuras. La disposición del PP, aseguró su líder, es dejar la "puerta abierta a la gobernabilidad estable durante cuatro años", y para eso exige "mantenernos en el orden constitucional, que no es mucho pedir".

"Sánchez está atrapado, en un callejón sin salida", y "la responsabilidad del PP es darle salida" garantizando la estabilidad de la legislatura a través de pactos de Estado, pero no favoreciendo su investidura, planteó en definitiva Casado. Y, como "Sánchez ya ha unido su destino a Podemos, "ahora lo que le pido es que no lo una a ERC", resumió Casado.

El PSOE sigue con su negociación

Sánchez ultima su acuerdo de coalición para gobernar con Unidas Podemos, no ve problema en encontrar el apoyo de grupos pequeños de la Cámara y sigue negociando con la pieza clave para esta ecuación, ERC. Sin embargo, el presidente no abandona del todo la otra vía por la que podría salir investido sin el apoyo de los independentistas, que pasa necesariamente por la abstención del PP, algo que Casado ya ha descartado.

Tras la reunión con Casado, Sánchez también se ha reunido en el Congreso con la próxima líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que insiste en una fórmula para evitar a ERC, pero también la coalición con Unidas Podemos, consistente en sumar los 120 diputados del PSOE, los 91 del PP y los 10 del partido naranja.

El martes por la mañana, Sánchez iniciará una ronda de llamadas a los presidentes autonómicos, entre ellos al catalán, Quim Torra, en lo que supone el primer contacto, a demanda de ERC, con el presidente de la Generalitat, con el que Sánchez se ha negado a hablar en hasta cuatro ocasiones en los últimos meses.

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