Según el escrito del Ministerio Público, los hechos ocurrieron en torno a las 21,00 horas del 11 de agosto de 2012, cuando el acusado circulaba con su vehículo por una carretera del lugar de Triñanes, en Boiro.

En la zona, el procesado se encontró con su excuñado, que caminaba por el borde de la vía sin arcén. Al pasar por su altura, le miró fijamente y continuó la marcha, pero regresó a los 10 minutos y, tras girar bruscamente el volante, le arrolló a una velocidad de entre 40 y 50 kilómetros por hora.

A continuación, prosigue, el acusado se detuvo a los 10 metros, sin apearse, para comprobar que "había conseguido su propósito", ya que "la víctima se hallaba en el suelo, quieta y ensangrentada", tras lo que "continuó el sentido de su marcha".

Como consecuencia del golpe, la víctima sufrió policontusiones en distintas partes, contusión pulmonar e ictus, entre otras lesiones, lo que le acarrea varias secuelas.

Por ello, Fiscalía pide para el acusado nueve años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, así como que indemnice a la víctima con 88.820 euros.