Sin rastro de incidentes en Cataluña durante la jornada electoral del 10-N

Los apoderados de JxCat y Ciudadanos discuten tras la votación de Inés Arrimadas en la Escuela Ausiàs March del barrio de Les Corts de Barcelona.
Los apoderados de JxCat y Ciudadanos discuten tras la votación de Inés Arrimadas en la Escuela Ausiàs March del barrio de Les Corts de Barcelona.
EFE
Los apoderados de JxCat y Ciudadanos discuten tras la votación de Inés Arrimadas en la Escuela Ausiàs March del barrio de Les Corts de Barcelona.

La jornada electoral transcurrió este domingo con absoluta normalidad en Cataluña a pesar de que desde algunos sectores independentistas se habían hecho llamamientos durante las últimas semanas para boicotear los comicios con diferentes actos de protesta. 

Ante esas previsiones, el Ministerio de Interior y el Govern desplegaron en Cataluña el mayor dispositivo policial diseñado hasta la fecha para unas elecciones generales, con la participación de Mossos d’Esquadra, Policía Nacional, Guardia Civil y Guardia Urbana: en total más de 10.000 agentes coordinados desde el centro de operaciones (Cecor) de la Conselleria de Interior. 

Esa fuerte presencia policial sirvió para contener el sábado, durante la jornada de reflexión, a pequeños grupos violentos que intentaron acceder sin éxito a la sede de la Jefatura Superior de la Policía en Barcelona tras una convocatoria de la organización independentista Tsunami Democràtic que apenas logró reunir a 7.000 personas en el centro de la capital catalana.

Este domingo, sin embargo, esa misma entidad publicó un comunicado en las redes sociales en el que abogó por «defender el derecho de voto» y no interferir en las elecciones, haciendo, eso sí, un llamamiento para retomar las protestas a partir de este lunes: "El lunes, todo a punto. Va en serio. Atentos a los canales de Tsunami Democràtic".

Ya sea por ese comunicado desmovilizador, por el fiasco del sábado o por la fuerte presencia policial, lo cierto es que este domingo no hubo incidentes ni intentos de boicotear las elecciones por parte del independentismo más radical.

Insultos a Inés Arrimadas

Los momentos de mayor tensión se vivieron, quizás, cuando unas 60 personas abuchearon y llamaron "fascista" a la candidata de Ciudadanos al Congreso por Barcelona, Inés Arrimadas, antes y después de votar en el colegio Ausiàs March, en el distrito barcelonés de Les Corts. "Quienes quieren echarnos de Cataluña tienen toda la impunidad. Gritan más porque saben que tienen la protección de la Generalitat", dijo Arrimadas ante los periodistas. 

Por su parte, la candidata del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, que votó por correo, decidió acompañar al secretario general de su partido en Cataluña, Daniel Serrano, y al candidato popular por Girona, Alberto Mas Vilà, cuando estos acudieron a votar y posteriormente se dio un paseo por las calles de Girona. La comitiva fue escoltada por la policía catalana. 

Los Mossos también obligaron a los bomberos a retirar mediante una grúa los lazos amarillos de la fachada de un colegio electoral en Sarrià de Ter (Girona) al inicio de la jornada.

La polémica foto de Rufián

Por otro lado, el candidato de ERC, Gabriel Rufián, tuvo que pedir disculpas después de sufrir un linchamiento público en las redes sociales por haber posado en una foto al lado del apoderado de Vox cuando acudió a votar a la escuela Ribatallada de Sabadell, acompañado de algunos concejales del grupo municipal de los republicanos. "Pido disculpas a quien se haya podido enfadar", dijo Rufián, que explicó que fue el apoderado de Vox quien le pidió hacerse esa fotografía: "Jamás le he dicho que no a una foto a nadie pero entiendo que esta pueda molestar", se justificó.

Otra de las anécdotas de la jornada se vivió cuando el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y su esposa, Carola Miró, acudieron a votar a la Escuela Oficial de Idiomas del barrio de Sant Gervasi de Barcelona, pues se dio la circunstancia de que en la mesa que les correspondía depositar sus votos se encontraba una de las hijas del presidente catalán.

El susto de la jornada se vivió en Amposta (Tarragona), donde la Policía Local detuvo a un hombre de 70 años con una pistola cargada y una navaja dentro de un colegio electoral de la localidad. El alcalde del municipio, Adam Tomàs, explicó que la policía detectó que el hombre tenía un arma en el bolsillo, pero que se negó a mostrarla y tuvo que ser reducido y arrestado por los agentes. El detenido es un vecino de la localidad.

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