España Suma, el deseo de Casado por unir a la derecha con dudosas probabilidades de triunfar en las urnas

  • La coalición preelectoral podría unificar voto, pero espantar a ciertos votantes, según los expertos.
  • Los analistas consultados por 20minutos lo ven más viable a niveles inferiores "pero no tanto en el nacional".
  • El rédito sería alto para el PP, pero Ciudadanos y Vox saldrían perdiendo con esta fórmula.
Pablo Casado y Albert Rivera en el Congreso de los Diputados.
Pablo Casado y Albert Rivera en el Congreso de los Diputados.
EFE
Pablo Casado y Albert Rivera en el Congreso de los Diputados.

El sueño de Pedro Sánchez o el antídoto contra él. Incluso una trampa. Así han definido diferentes voces de la derecha española la idea de España Suma. Puede llamarse deseo, voluntad, objetivo...plan. Pero, de momento, solo es una fórmula que pulula sobre un panorama político español que ya es inestable por naturaleza, y que no tiene experencia en este tipo de planteamientos. O no al menos a un nivel tan alto. El 10-N vuelve a abrir la veda para esta propuesta.

Partido Popular, Ciudadanos y Vox. Esas serían las tres patas de España Suma. A día de hoy, es una quimera el acuerdo, pero quién sabe. "Si se ha pactado después de las elecciones, ¿por qué no se va a poder pactar antes?", se preguntaba el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, que sigue muy en la línea de Pablo Casado, principal promotor de esta fórmula. Albert Rivera y Santiago Abascal se desmarcan de forma rotunda.

La iniciativa de España Suma tiene una doble lectura, y la respuesta o las razones serán distintas en función de a quién se pregunte. El PP es la formación más convencida de que esta vía es "la mejor" para presentar una alternativa al PSOE, pero no quiere adelantarse. Esperará a ver si hay o no adelanto electoral y a partir de ahí, formulará del todo la propuesta a otras formaciones, tal como explicaron fuentes de Génova.

No parece complicado que Casado pueda sumar a su plan a formaciones minoritarias como UPN, Foro Asturias o incluso Coalición Canaria. Pero mucho más difícil lo tendrá con Ciudadanos y con Vox. Tanto Rivera como Abascal han marcado distancias, porque consideran que saldrían perdiendo en ese bloque conjunto.

Pero falta por saber si sumar fuerzas significaría también sumar votos. "Teniendo en cuenta el sistema de reparto de votos en España, la concentración del voto siempre sería favorable. Ahora bien, en este caso 2+2 no tendría que ser necesariamente cuatro", cuenta a 20minutos la directora general de Imop Insights, Isabel Peleteiro. Pero avisa: "Se pueden perder votos en la suma, a causa fundamentalmente, de que algunos votantes de Ciudadanos o del PP vean con malos ojos una asociación tan clara con Vox o que los votantes de Vox rechacen volver de nuevo al PP".

Por otro lado, para Javier Ciria, de GAD3, queda claro que generar una coalición de partidos dentro de un mismo bloque ideológico "optimiza la conversión de votos a escaños", pero eso no simplifica la fórmula. "Definir la viabilidad o el resultado de un proyecto como el de España Suma no es tan sencillo como agrupar su fuerza electoral y reproducirla en escaños. Al realizar el voto a una plataforma conjunta, parte de los electores de los diferentes partidos podrían quedarse fuera", sentencia el experto.

Efectos diferentes en cada partido

La fórmula de España Suma no tendría las mismas consecuencias en todos los partidos que formen parte de ella. En el supuesto de que tuviera lugar y Vox entrase, "quedaría totalmente legitimado como partido democrático, supondría su normalización por decirlo de alguna manera", comenta Peleteiro. En cualquier caso el Partido Popular sería "siempre el más beneficiado", en primer lugar, dice la analista, "porque es el promotor de la propuesta y el que aporta en el presente -y sin duda en el futuro- más apoyos, lo que proyecta que lideraría el Gobierno en caso de alcanzar los votos suficientes".

El más perjudicado creo que sería Ciudadanos. "Para Ciudadanos solo el hecho de entrar supone cierta asunción del bipartidismo contra el que ha construido buena parte de su discurso" y además sería como reconocer que su "apuesta" por liderar la derecha fue un fracaso, concediendo el "liderazgo" a Casado. Coincide en esto Ciria: "Se desprende que el electorado que rechaza en mayor porcentaje esta coalición (de las tres fuerzas políticas que estarían involucradas), es el de Cs".

El riesgo de la fórmula "es la pérdida de singularización de cada partido, y en este contexto, los que más arriesgan son los últimos en llegar o los más débiles de la alianza". Para los analistas, "también todo depende de si el acuerdo es a nivel nacional o no y si realmente lograsen la mayoría necesaria para formar gobierno".

Para el PP la referencia está en Navarra Suma, la coalición elegida junto a Ciudadanos para presentarse a las pasadas generales y autonómicas de abril y mayo. A ese formato unieron a UPN, y la coalición ganó en ambos comicios. Esa es el motivo que maneja Pablo Casado para, primero de todo, convencer a la formación naranja. Aunque su propuesta es más ambiciosa, y podría, como se sabe, incluir a Vox.

En el Congreso, en el Senado o en los dos

De nuevo, el PP encabeza el discurso sobre las áreas en las que debe producirse esta coalición, y quiere que sea a nivel global. El hecho de unir el voto obligaría al instante a unir los planteamientos políticos, algo que no parece complicado viendo las coaliciones alcanzadas en lugares como Andalucía o Madrid (aunque España Suma empujaría casi con toda seguridad a que Vox ocupara puestos de responsabilidad, algo que no sucede en esos dos lugares).

Pero aunque pudiera no funcionar en el Congreso, tal como explican los expertos, porque haya un porcentaje de votantes de cada partido que no compartiera el planteamiento, el asunto en el Senado cambiaría. Es precisamente en la Cámara Alta donde esa unión ya se intentó antes del 28 de abril, pero no se llevó a cabo, y el PSOE logró mayoría absoluta. Frente a eso, si España Suma irrumpiera de forma importante, PP, Cs y Vox podrían llevar a cabo medidas en las que están de acuerdo, como la aplicación del artículo 155 en Cataluña.

Unidas Podemos ya fue una fórmula fallida

Los planteamientos de coalición preelectoral son una constante, sobre todo, en las elecciones al Parlamento Europeo. Hasta doce coaliciones se presentaron en los comicios europeos del pasado mes de mayo, también en España. Pero a nivel nacional hay un paradigma claro que se puede acercar a las intenciones del PP en cuanto a estructura: Unidos Podemos en un primer momento y ahora Unidas Podemos.

Entre las elecciones generales de 2015 y de 2016 hubo una diferencia en los planteamientos de la izquierda. En meses, Podemos e IU pasaron de presentarse por separado a unirse en coalición (firmada en Sol con cerveza entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón) para buscar, precisamente, una uniad de voto. Pero el resultado fue fallido: perdieron más de un millón de votos. En 2015, Podemos obtuvo 5,18 millones e IU, 923.133, sumando entre ambos más de 6,1 millones de votos, algo que precisamente recuerda Peleteiro. En esta nueva cita electoral han bajado hasta los 5,04 millones de votos.

A pesar de eso, la coalición se mantuvo, y el pasado 28 de abril, Unidas Podemos cayó a cuarta fuerza en el Congreso de los Diputados tras perder, otra vez, millón y medio de votos. De hecho, hubo en todo momento voces críticas en la formación morada respecto a esta coalición. La más notoria fue la de Iñigo Errejón, ahora diputado en la Asamblea de Madrid.

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