El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha fracasado este martes en su intento de revalidar el cargo en la primera votación de investidura, celebrada tras las intervenciones de los representantes de los distintos partidos en el Congreso. Con 124 síes, 170 noes, 52 abstenciones y 4 ausencias -las de los diputados presos por el 'procés'-, el candidato socialista tendrá que esperar al jueves para intentar renovar su mandato cuatro años más, para lo que necesitará más votos a favor que en contra de sus señorías.

Tras esta primera sesión de investidura fallida, cuya votación ha comenzado en torno a las 14.00 horas y en la que el candidato socialista necesitaba la mayoría absoluta de la Cámara, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha emplazado a los diputados a un nuevo pleno a las 13.30 del próximo jueves, 25 de julio.

Esta segunda votación se realizará pasadas 48 horas del inicio de la primera, y no comenzará antes de las 14.25 horas del jueves, tal y como ha indicado la presidenta de la Cámara.

Esta segunda sesión no será ni tan larga ni tan intensa. El candidato dispondrá de diez minutos en los que recordará su programa y pedirá el respaldo de la Cámara y los representantes de los grupos parlamentarios dispondrán de cinco minutos.

La votación es pública por llamamiento, es decir, se nombra a los diputados uno a uno, por orden alfabético a partir de una letra elegida al azar, para que en voz alta digan "Sí", "No" o "Abstención" a la investidura.

En esta votación, el candidato será investido presidente si obtiene mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra. Si el PSOE y Unidos Podemos votan lo mismo, sumarán 165 síes, muy por encima de los noes ya seguros de PP, Cs y Vox, que son 147. Este martes, los de Pablo Iglesias se han abstenido, igual que PNV, Compromís y Bildu.

En caso de que Sánchez no obtuviera la confianza de la Cámara podrían tramitarse sucesivas propuestas mediante el mismo procedimiento: el rey, tras consultar a los representantes de las formaciones con escaño en el Congreso, propondría candidato a través de Batet.

Si en dos meses desde la primera votación de investidura no se hubiera investido presidente del Gobierno, el Rey disolvería ambas Cámaras y convocaría nuevas elecciones con el refrendo de la presidenta del Congreso. La nueva cita con las urnas sería el 10 de noviembre.