Con unas 3.500 playas censadas y 669 banderas azules, España se sitúa a la cabeza del ranking mundial por la calidad de sus costas. Ahora, durante la semana del Día Mundial sin Tabaco, el debate se centra en la necesidad de prohibir el consumo de esta sustancia en estos escenarios idílicos enturbiados por el humo y ensuciados por las colillas.

Varias comunidades han aprovechado precisamente esta semana para anunciar iniciativas relacionadas con el consumo de tabaco, entre las que se encuentra la creación de una red de playas libres de humo.

En la mayoría de las comunidades costeras existe actualmente una red de este tipo, creada con el objetivo de desnormalizar el consumo del tabaco en estos entornos, promover hábitos de vida saludable y conservar el medio ambiente. Sin embargo, estas redes son de adhesión voluntaria en muchos casos y, en multitud de ocasiones, la infracción de la prohibición de fumar no acarrea ningún tipo de sanción.

Una de las comunidades autónomas pioneras en implantar esta iniciativa fue Cataluña, que lo hizo en 2006. No obstante, es Galicia la región que cuenta con una mayor cantidad de playas libres de humos, con un total de 79.

Por su parte, la Junta de Andalucía ha presentado esta semana una medida para convertir las playas de la Comunidad en espacios libres de humo, después de que la iniciativa se probara con éxito el año pasado en Motril.

Galicia es con ventaja la comunidad autónoma que cuenta con el mayor número de playas libres de humos, con un total de 79 pertenecientes a 45 concellos, de acuerdo con datos de la Xunta de 2018.

Esta iniciativa nació en 2012, cuando el Concello de Bayona (Pontevedra) decidió prohibir el consumo de tabaco en sus playas, una medida que fue muy bien acogida por los usuarios y que se ha extendido con el tiempo al resto de la Comunidad.

Cataluña fue una de las comunidades autónomas pioneras en prohibir el consumo de tabaco en las playas, al crear una libre si humos en el municipo gerundense de L'Escala en 2006.

De momento, ocho playas más de tres municipios diferentes de Girona y Barcelona se han unido a esta iniciativa, aunque en ninguna se sanciona a los bañistas por fumar.

El Gobierno andaluz presentó esta semana una iniciativa para convertir las playas de la Comunidad en espacios libres de humo, con la que pretende promover hábitos saludables para "mejorar la salud y la calidad de vida, disminuir la contaminación y mejorar la imagen de las costas".

A esta medida, que ya se puso en práctica en Motril (Granada) el verano pasado, podrá adherirse cualquier ayuntamiento andaluz en cuya demarcación exista alguna zona de costa.

Así, las playas que deseen participar pasarán por un proceso de evaluación y acreditación con cuatro niveles, que son los de miembro, bronce, plata y oro. Será el ayuntamiento  de la localidad quien asuma el compromiso de implementar las políticas necesarias para mantenerlas libres de humo de tabaco y quien velará por la señalización adecuada y la facilitación de información a los usuarios.

Este año, la Consejería de Sanidad del Principado de Asturias implantará la próxima temporada estival el programa 'Playas sin humo', con los objetivos de promover una vida libre de tabaco, prevenir el consumo y fomentar el respeto a las personas y al medio ambiente.

La iniciativa se pondrá en marcha como experiencia piloto en los arenales de Misiego, Miami y El Puntal, en el municipio de Villaviciosa, y Los Quebrantos, en la localidad de Soto del Barco, con la intención de extenderla posteriormente a otros concejos y constituir una red autonómica de playas sin humo.

En los cuatro arenales se promoverá que no se fume en toda la zona o en áreas señalizadas, a excepción de espacios al aire libre dedicados a la hostelería. Con la medida se persigue un doble objetivo: proteger del humo a niños y adolescentes y fomentar el respeto al medio ambiente.

En los 250 kilómetros de la Costa Cálida existen actualmente nueve playas sin humo en cinco municipios diferentes, gracias a una iniciativa que nació en 2018 con el objetivo de sensibilizar a la población del perjuicio del consumo de tabaco y de cannabis.

Desnormalizar el consumo de estas sustancias, concienciar de sus efectos medioambientales y potenciar estilos de vida y ocio saludables son las principales metas de esta medida, creada por la Consejería de Salud de la Región de Murcia bajo el lema "Playa sin humo, lo normal es no fumar".

En Euskadi, la legislación no prohíbe actualmente el consumo de tabaco en las playas. Sin embargo, el Gobierno vasco quiere ahora concienciar a la ciudadanía de lo nocivo de fumar en estos espacios y elaborará una serie de recomendaciones para evitarlo.

La consejera de Sanidad, Nekane Murga, lo anunció esta semana, aunque no concretó de qué manera llevará a cabo el Ejecutivo la sensibilización de la población. Por el momento, se limitará a ofrecer una serie de consejos, pero fumar en las playas no conllevará sanciones.

En Baleares, la red de playas sin humo es una iniciativa que busca "promover los entornos y hábitos saludables" y "sensibilizar a la población sobre la importancia de no dejar residuos en los espacios naturales".

Las Consellerias de Salud y Medio Ambiente invitaron el pasado abril a los municipios costeros que lo deseasen a unirse voluntariamente a esta red, que se basa en "la responsabilidad y el respeto" y no en las "normas y sanciones".

Actualmente, Baleares cuenta con dos playas libres de humos en Ibiza.

En el otro archipiélago español, la isla de Gran Canaria concentra todas las playas sin humo. Diez de ellas se encuentran en la localidad de Mogán, donde las sanciones por fumar pueden llegar a 400 euros y por arrojar colillas a 1.800.

La otra donde está prohibido fumar es la Playa de las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, donde las sanciones pueden alcanzar los 300 euros, después de que el 90% de los participantes en una consulta ciudadana votase a favor de prohibir el tabaco.

En la Comunidad Valenciana, el pasado octubre se aprobó una propuesta de Compromís de crear una red de playas sin humo en la región, con el objetivo de incentivar hábitos de vida saludable y respeto al medio ambiente, pero sin ánimo sancionador.

La filosofía es que los ayuntamientos costeros que lo deseen puedan adscribirse a esta red para desnormalizar el consumo de tabaco en las playas, reducir la contaminación y proteger el entorno.