Ángel Garrido se mantendrá en un discreto segundo plano hasta las elecciones autonómicas. "Trabajando", con "el mismo ánimo", porque hay "cosas por hacer y por cumplir" y "surgirán problemas", pero con la seguridad de que su tiempo al frente de Sol, al menos esta vez, está a punto de llegar a su fin. Y, sobre todo, con la evidencia de que el nuevo PP no le ha elegido a él para protagonizar la actualidad de los próximos meses.

Pese a ser el único que había expresado públicamente su voluntad de presentarse a los comicios, el presidente popular, Pablo Casado, optó por descartarle y ofrecer a los electores a su secretaria de comunicación, Isabel Díaz Ayuso, de 40 años y con una breve experiencia como viceconsejera. Este martes, en la rueda de prensa posterior al primer Consejo de Gobierno desde el anuncio del viernes, Garrido ha insistido en que su elección es "la mejor posible" y ha asumido que deberá coordinarse "prácticamente a diario" con ella para no entorpecer su camino. A partir de ahora, su tarea se ceñirá a seguir el programa electoral de 2015 hasta la extinción de la legislatura. "Cuenta con mi total respaldo. Una vez tomada la decisión, lo que tenemos que hacer todos los demás es ponernos detrás a trabajar", ha resumido.

El sucesor de Cristina Cifuentes, que llegó al cargo en junio tras su abrupta dimisión y ha conseguido enderezar el rumbo del gobierno madrileño imprimiéndole su propio estilo, deja así el campo libre a la batalla que prepara Ayuso. "No voy a hacer comentarios sobre nada de lo que digan los candidatos porque son mis candidatos", ha zanjado al ser preguntado por la proximidad manifestada por la también exdiputada regional hacia los postulados de Vox, partido que en alguna ocasión el propio Garrido ha considerado de "derecha extrema".

Sobre su futuro, queda por saber qué destino escoge. Casado le ha pedido que le proponga qué desea. Excluido el cartel de la Comunidad, esta mañana, ha asegurado que será fruto de "una reflexión personal" y que consultará a su familia.

De momento, en lo orgánico, el dirigente no se meterá. Sin relevancia en la pirámide de poder de la gestora que dirige la formación en Madrid, ha descartado pedir a Ayuso que integre en las listas a sus consejeros. Heredados en su mayor parte del Gobierno de su antecesora, algunos podrán hacer valer su control sobre sus agrupaciones para repetir acta en la Asamblea. En caso de victoria, "ella configurará los equipos que sean los mejores", ha asumido. "Como hizo Ruiz-Gallardón, Aguirre, Cifuentes o yo mismo", ha enumerado sin llegar a citar al otro presidente popular en la historia de la región, Ignacio González.