Se dejó 18 escaños por el camino, al pasar de 48 a 30 diputados en la Asamblea de Madrid, pero Isabel Díaz Ayuso ha retenido la joya de la corona, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, y revalidar así 24 años de gobiernos del PP en la región. En esta ocasión, a diferencia de los Gobiernos populares anteriores, necesitará de la 'muleta' de Ciudadanos y de Vox.

Fue su amigo y líder nacional del PP, Pablo Casado, quien la designó como aspirante a la Presidencia regional en enero de este año. Díaz Ayuso (Madrid, 1978), que será la octava presidenta de la región, es licenciada en Periodismo y doctoranda en Comunicación Política en la Universidad Complutense de Madrid; en 2011 fue elegida diputada del PP en la Asamblea madrileña dentro de la candidatura de Esperanza Aguirre, cargo que mantuvo tras las elecciones regionales de 2015.

En la Asamblea, fue portavoz del PP en las comisiones de Telemadrid y de Cultura y Turismo, además de vocal en las comisiones de Educación y Deporte y en la de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno. En la pasada legislatura ejerció como portavoz adjunta del PP hasta que en septiembre de 2017 Cristina Cifuentes la nombró viceconsejera de Presidencia y Justicia, lo que le llevó a renunciar a su escaño de parlamentaria.

Dirigió la campaña digital de Cifuentes en las elecciones autonómicas de 2015 y la estrategia en redes sociales de Aguirre.

A pesar de su relación con las expresidentas Aguirre y Cifuentes, Ayuso marcó distancias cuando a principios de agosto la Fiscalía Anticorrupción pidió la imputación de ambas en la pieza del caso Púnica que investiga la supuesta financiación irregular del PP madrileño.

"Soy otra persona, tengo otro perfil", aseveró la candidata, que en su discurso de investidura las ha mencionado de pasada, además de a otros expresidentes madrileños como Joaquín Leguina (PSOE) y Alberto Ruiz-Gallardón (PP), para apelar al diálogo entre formaciones políticas.

"Perdió la fe" a los 9 años, cuando falleció su abuelo, y aún con todo se ha mostrado "optimista" durante esta extensa campaña que ella comenzó allá por enero, cuando su amigo Casado la eligió para intentar seguir con la estela de gobiernos populares en la Comunidad.

Más de 5.000 kilómetros recorridos para conocer las necesidades de los 179 municipios de Madrid -cifra que ha convertido en mantra y que ha enarbolado frente al desconocimiento de sus rivales-, quedaron deslucidos, sin embargo, por las desafortunadas declaraciones que le han llevado también en más de una ocasión a ser la comidilla de las redes y las tertulias.

Concebidos no nacidos, atascos a las tres de la mañana, trabajos basura... afirmaciones que la popular ha ido matizando a lo largo de una campaña en la que tampoco han faltado un autobús con su cara fletado por HazteOír para criticar su posición sobre el aborto e incluso un escrache de activistas antidesahucios en San Isidro, donde también se le atragantaron unas gallinejas.

Ese mismo día, Ayuso se dejaba conocer más, sin controvertidas palabras de por medio, y los madrileños descubrían en 'prime time' que quien había sido secretaria de Comunicación del PP era más de música ochentera que de chotis, con especial preferencia por Depeche Mode y Los Secretos.

La candidata a la Presidencia de la Comunidad asegura que la política le ha llamado la atención desde niña, cuando veía debates electorales por la televisión. Con ocho años escribió una carta al entonces presidente del Gobierno, Felipe González, para quejarse por la situación de España y del mundo y, meses después, recibió una contestación por el mismo medio.

Amante de los animales, le gusta viajar, el cine y el deporte (acaba de empezar a practicar snowboard). Cuando tiene tiempo libre aprovecha también para ir a la montaña o a Sotillo de la Adrada, el pueblo de Ávila de donde era originario su padre y en el que conserva a sus amigos de la infancia.