ERC votará finalmente este jueves a favor de la senda de déficit en el Congreso de los Diputados, donde el Gobierno lleva de nuevo el objetivo del 1,8% que ya rechazó la Cámara en julio, según fuentes de la formación independentista.

Desde ERC indican que el voto a favor debe entenderse como "un nuevo gesto en favor de la construcción de un marco de confianza y diálogo en el que, a pesar de todo, continuamos creyendo". El PDeCAT también ve "muy posible" y "muy factible" votar a favor.

No obstante, señalan desde ambos partidos que son conscientes de que la medida "no va a tener ningún recorrido ante el veto que va a recibir en el Senado, y que de ningún modo presupone ninguna actuación futura respecto a nuestra posición ante los Presupuestos Generales del Estado".

La Cámara Alta ha habilitado un Pleno el 27 de diciembre para volver a debatir y votar estos objetivos de estabilidad presupuestaria y allí podría tumbarse puesto que el Congreso todavía no ha modificado la Ley de Estabilidad Presupuestaria y en concreto el artículo que faculta a la Cámara Alta para exigir al Gobierno que presente una nueva senda de déficit en lugar de dejar la última palabra a la Baja, como ocurre con el resto de las iniciativas legislativas.

El debate de la senda de déficit socialista se produce un día antes de que el Consejo de Ministros se reúna en Barcelona y previsiblemente se celebre un encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha confirmado también recientemente que votará a favor de las nuevas metas de déficit más flexibles, tal como hizo hace cinco meses, pero Unidos Podemos ha dejado la puerta abierta a no sumarse a estos apoyos.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, volverá a argumentar mañana que los objetivos de déficit socialistas permitirían que todas las administraciones tuvieran un margen mayor de gasto, de unos 6.000 millones de euros, para financiar servicios públicos. Este importe se distribuiría en 1.000 millones para el Estado, 2.500 millones para las comunidades autónomas y otros 2.500 millones para la Seguridad Social.

Y es que la senda de consolidación del Ejecutivo sitúa el déficit en el 1,8% del PIB para 2019, en el 1,1% para 2020 y en el 0,4% para 2021 y la meta de déficit para las comunidades autónomas es del 0,3% del PIB para 2019.