El PP de Pablo Casado se ha ido caracterizando por reivindicar el pasado del partido, y este martes se ha dado una muestra más. El presidente popular ha arropado a José María Aznar en la presentación de su libro El futuro es hoy, en lo que supuso la ruptura con la política que venía marcando la formación con Rajoy: no acudir a actos del expresidente del Gobierno.

La pregunta clave del acto se la hizo precisamente Aznar a su sucesor, previo paso de Rajoy: "Pablo, ¿cuándo vamos a ganar las elecciones?", dijo entre risas del propio Casado.

"Yo a Aznar le estoy agradecido como padre, por haber dejado un país mejor", dijo Casado para abrir boca, respaldando el trabajo del exlíder del Ejecutivo. Donde quisiéron profundizar ambos fue en la regenaración del espacio político de centro derecha. "Él integró en el PP todo lo que estaba a la derecha del PSOE", expresó Casado y "yo aspiro a recuperarlo", sentenció.

"Esto no solo es posible, sino que es necesario", continuó el líder de la oposición. Por su parte, José María Aznar esgrimió, tras calificar a Casado como su "jefe político", que hay que "reconstruir el Partido Popular porque es indispensable para entender la democracia española".

Sobre Cataluña, Aznar pidió indirectamente una vuelta al 155. "Cuando alguien se sale de la legalidad, está en manos del Gobierno recuperarla", advirtió, antes de avisar de que el secesionismo creció por "fallos" de quien gobernó en su momento.

"No se pueden buscar terrenos intermedios porque no existen". También tuvo Aznar un dardo para Pedro Sánchez en torno a su diálogo con Torra. "Los golpistas no solo están instituciones sino que además condicionan al Gobierno de España", sentenció.

Para el expresidente del Gobierno no estamos en una "época de cambios, sino en un cambio de época". En este sentido, Aznar se mantiene convencido de que los problemas de España "tienen la solución en la Constitución", en un claro mensaje al independentismo. "El problema nace cuando hay voluntad política de saltarse ese pacto", sentenció.

Sobre estos temas, Pablo Casado apuntó que la Constitución es "lo único que permite que el país no se rompa" y explicó que los que quieren "romper con el candado del 78" lo hacen para permitir que "se den situaciones de sedición".

Desde el actual PP mantienen que no hay "mimbres" para una posible reforma profunda de la Constitución, porque entienden que en el marco actual "no puede darse un buen diálogo", en palabras de Casado.

Para él, además, los populares se están "quedando solos" en esa defensa. Sobre ello, Aznar añadió que, lejos de lo que ahora se pueda decir, "en la Constitución no cabe todo". Asimismo, tiene claro que en España se ha dado "un golpe de Estado" y eso es algo que hay que rechazar "sin complejos".

Al mismo tiempo que se debe reivindicar lo hecho, Pablo Casado considera que es necesario "hablar también del futuro", porque el país tiene que adaptarse "a los avances que vienen y de los que no se habla".

En el contexto de la UE, ambos han defendido que lo que se debe buscar es "una mejor Europa" por encima de añadir nuevos elementos al actual contexto comunitario. "Hay que volver a una Europa de los estados, que creía en las cesiones de soberanía para la prosperidad", explicó Casado.

"La Unión Europea fue la decisión de dejar de matarse para convivir, y es el área de bienestar más grande del mundo", dijo, pero ese plan debe ser "sostenible en el futuro". El presidente del PP considera que España "tiene que recuperar su posición global", aprovechando sobre todo la situación "ventajosa" en la que, a su parecer, va a quedar el país tras el brexit.

Aznar, por su parte, quiso aclarar que para que España sea fuerte en Europa y en el mundo, tiene que tener estabilidad a nivel interno, algo que ahora "no existe" con Sánchez. "No cabe duda de que hay que preservar la UE, pero hay que situarse", concluyó, y no cree que haya nada "más estúpido" que dejarlo en manos de "los populismos".