El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente del PP, Pablo Casado, han visitado la localidad mallorquina Sant Llorenç des Cardassar este miércoles para mostrar su solidaridad tras los daños que ha causado la riada de anoche, en la que al menos diez personas han fallecido y una sigue desaparecida (un niño).

Los líderes del PSOE y el PP han estado en la zona afectada por las intensas lluvias para interesarse por las víctimas y los daños materiales. Casado ha destacado que ante una "catástrofe" de este calibre no hay diferencias políticas. "En esto vamos todos juntos". Por su parte, Sánchez ha asegurado que el Ejecutivo va a "volcar todos los recursos para que puedan recuperar el día a día a la mayor brevedad posible".

También ha anunciado en un comunicado que este jueves el Consejo de Ministros aprobará dos informes -uno de Interior y otro de Administraciones Públicas- para comenzar la tramitación de la catalogación de zona catastrófica y la inmediata puesta en marcha de las ayudas económicas para el Llevant de Mallorca. "El Gobierno no les va a dar la espalda", ha insistido el jefe del Ejecutivo.

El líder de la oposición, acompañado por el presidente de su partido en las islas, Biel Company, ha visitado el puesto de mando establecido a la entrada de Sant Llorenç, donde ha conversado con los consejeros de Administraciones Públicas y Medio Ambiente de Baleares, Catalina Cladera y Vicenç Vidal, y con los responsables de los dispositivos de emergencia. "Es una catástrofe que a toda España nos tiene absolutamente aterrados", ha incidido Casado, que expresado "todo el apoyo del PP para seguir buscando a los desaparecidos y para apoyar a las familias". Y ha pedido que los vecinos "reciban ayudas y las familias de las víctimas mortales puedan obtener indemnizaciones".