Open Society denuncia que en España se han "normalizado" las identificaciones policiales por perfil étnico

  • "Si esto no cambia, no estaré a gusto aquí porque no me aceptan como un ciudadano más", dice Z. Muhammad, un paquistaní que lleva 5 años en litigios con el Estado.
  • Su representante legal, Mercedes Melón, ha pedido que se cambie la ley y que se cumpla el requisito de sospecha razonable para que se pare a alguien.
Zeshan Muhammad.
Zeshan Muhammad.
Julio Guerra
Zeshan Muhammad.

"Rabia" es el sentimiento que asegura sentir Zeshan Muhammad tras haber sido sujeto a una identificación personal por su perfil étnico por parte de la Policía Nacional en mayo de 2013, hecho que lo ha llevado a un litigio contra el Estado de más de cinco años de duración.

Y este martes ha denunciado en Barcelona junto a Mercedes Melón, abogada de Open Society Justice Initiative (quien a su vez es su representante legal), y Alba Cuevas, directora de SOS Racisme Catalunya, que la respuesta del Estado solo ha sido negar que los casos de identificación por rasgos étnicos estén sucediendo.

El contencioso actualmente se encuentra en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo; y en el ámbito nacional, en el Tribunal Constitucional (TC), la máxima instancia de la justicia española.

Muhammad fue parado mientras estaba sentado en un banco del paseo Joan de Borbó de Barcelona por un agente que "se basó en su color de piel para sospechar que se encontraba ilegalmente en el país", según se indica en la denuncia.

Con un "¡Chicos, el NIE! ¿Entendéis lo que es NIE?", empezó la intervención. A lo que una pregunta de Zeshan sobre si la identificación era por su color de piel provocó que el agente bajara del coche desde el cual le hablaba y, luego de darle una bofetada, le hiciera entrar en el coche por "chulo".

Muhammad es un ciudadano paquistaní que llegó a España cuando tenía tres años, estudió en Cataluña (habla castellano y catalán) y tiene un permiso de residencia de larga duración. "Si esto no cambia, no estaré a gusto aquí porque no me aceptan como un ciudadano más", ha declarado Zeshan Muhammad.

El camino legal

Tras ser dejado en libertad, Muhammad denunció la vejación en la comisaría central de los Mossos de Esquadra, pero la respuesta que obtuvo fue que no aceptaban "demandas sobre otros cuerpos de seguridad pública".

Esto lo llevó a dirigirse al juzgado de Guardia en la Ciudad de la Justicia. Muhammad se dirigió posteriormente al servicio de Atención y Denuncia (SAiD) de SOS Racisme de Catalunya, entidad que asumió su representación legal por los casos de vulneración del derecho a denunciar, detención ilegal e identificación por perfil étnico.

La defensa legal de Muhammad ha realizado diferentes acciones ante la justicia española, pero tras diferentes rechazos, el último recurso fue la presentación de un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional el pasado 30 de junio.

Primero se presentó una reclamación administrativa al Ministerio del Interior el 7 de abril de 2014 en la que se denunciaba que se vulneró el derecho de Muhammad a la no discriminación. Sin embargo, esta fue desestimada meses más tarde.

El año siguiente, también se recurrió al Juzgado Central de lo contencioso-administrativo, pero esta acción legal tuvo el mismo final. Tras los resultados negativos, el caso fue llevado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo en enero de este año.

"El Estado niega que estos actos de discriminación estén sucediendo y, lo que es peor, el Estado y el TC siguen defendiendo que parar a personas por rasgos étnicos es constitucional", ha denunciado Melón, para luego pedir que se cambie la ley y que se cumpla un requisito de sospecha razonable para que se pare a alguien.

Antecedentes negativos

Melón ha explicado que el caso de Muhammad continúa la lucha que se inició en los años 90 con el caso de Rosalind Williams, una una mujer de raza negra que llegó a España hace más de 50 años al casarse con un español y que tiene la nacionalidad española. A ella la pararon en una estación de tren de Valladolid el año 1992 "basándose en sus características étnicas". Según explicó Williams en su momento, los agentes que le intervinieron le dijeron que "buscaban personas que tuvieran su color de piel".

La abogada de Open Society Justice Initiative ha comentado que al llegar este caso al TC, la máxima instancia de justicia sentenció el año 2001 que "era normal que se pare a una persona por sus características étnicas casi insinuando que, como todos somos blancos en este país, quienes responden a otra percepción étnica seguramente son extranjeros". "Esto ha dado pie a que parar a personas por sus rasgos étnicos se haya normalizado", ha sentenciado.

Por su parte, la directora de SOS Racisme Catalunya ha recordado que su campaña Parad de pararme busca visibilizar casos de identificación por perfil étnico, desnormalizarlos y, sobre todo, "necesitamos darle un sentido de urgencia a estos casos".

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