Podemos propone una ley de violencias sexuales con un delito básico que no requiere a la víctima oponer resistencia

Presentación de la ley para erradicar las violencias sexuales.
Presentación de la ley para erradicar las violencias sexuales.
PODEMOS
Presentación de la ley para erradicar las violencias sexuales.

Unidos Podemos-En comú Podem- En Marea ha registrado este miércoles en el Congreso de los Diputados su proposición de ley de "Protección Integral de la libertad sexual y para la erradicación de las violencias sexuales", una norma que, como adelantó 20minutos, unifica los tipos delictivos de abuso y agresión sexual y pone el consentimiento expreso o tácito en el centro.

El registro de la proposición de ley llega un día después de que el Gobierno anunciara su apoyo a reformas legales encaminadas a que las relaciones sexuales sin un "sí" expreso puedan ser consideradas delitos, siguiendo el ejemplo sueco o alemán.

Con 72 páginas —y trabajada desde el pasado enero con el asesoramiento de catedráticas en derecho penal y expertas en violencia sexual— la ley integral ha sido calificada por la formación morada como "ambiciosa", porque aborda las agresiones sexuales desde la prevención hasta la atención y reparación de la víctima.

Entre las ideas que contiene el texto destacan que la víctima pueda acceder a los servicios y nuevos recursos "sin el requisito previo de la denuncia policial o judicial". Bastará con un informe de servicios sociales o de un centro sanitario que acredite la agresión sexual.

La ley, explican en Podemos, responde al mandato del pacto de estado contra la violencia de género, que pedía afrontar las violencias sexuales como violencia machista. "Es una ley para todas las mujeres, que garantiza la libertad sexual y las protege" y que "no discrimina ningún tipo de agresión, porque es independiente del grado de relación con el agresor, sea o no pareja de la víctima".

Tal y como adelantó 20minutos, Podemos pretende adaptar la regulación española al cambio de paradigma social, que ha saltado del "no es no" que implicaría la resistencia de la víctima a una agresión con violencia e intimidación, al "solo un sí es sí", que pone el consentimiento en el centro de las relaciones sexuales. "El consentimiento ya estaba en la ley, la novedad es que retiramos el requisito de oponer resistencia para que pueda ser considerado agresión sexual. Colocamos a la mujer como sujeto de su libertad sexual", ha explicado la diputada gallega Ángela Rodríguez.

Para evitar interpretaciones legales como con la sentencia de La Manada, Podemos propone en la nueva ley la unificación de los dos delitos actuales en un tipo básico, llamado agresión sexual, que no exige resistencia activa a la víctima, sino falta de consentimiento explícito o tácito. Consideran las catedráticas que no debería de ser preciso que mediara violencia física ni intimidación grave, sino sometimiento, para considerar que es una agresión.

Eso sí, el tipo básico tendría agravantes y atenuantes. Como agravantes constan la penetración, actos particularmente degradantes, que el victimario sea el cónyuge o novio, el uso de armas o de drogas para anular la voluntad.

En cuanto a las penas, el proyecto de ley no busca ser más punitivo, sino que apuesta por la integralidad de la atención a las víctimas. La ley contempla un delito concreto para los casos de violación en grupo, "en manada", y otro para el acoso sexual callejero, con penas de 3 a 9 meses de trabajos para la comunidad.

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