Rajoy ha estado a punto de echar a perder su fama de hombre previsible al comunicar este martes que dejará la presidencia del PP en una reunión en la que pocos de sus barones territoriales y otros dirigentes sabían de su decisión. El anuncio ha provocado mucha emoción en un interminable y nada frecuente turno de palabra donde se han contado anécdotas personales, historias de hijos y ha habido hasta un espontáneo, el presidente del PP en Bélgica, Joaquín Calvo, desconocido para todos, que también se ha sumado a la ola de agradecimientos al expresidente del Gobierno.

El lunes por la tarde, Rajoy hizo algunas llamadas para comunicar su decisión a algunos de su colaboradores en el PP. Para otros ha sido una sorpresa, tal y como admitía el expresidente de Extremadura, José Antonio Monago. Otras fuentes del PP advertían horas antes de que no cabía esperar grandes anuncios del Comité Ejecutivo Nacional de este martes, mientras que dirigentes como el catalán Xavier García Albiol contaban con tener un tiempo para "digerir" los acontecimientos de la última semana antes de abrir la sucesión.

Además de por desconocida, la decisión de Rajoy de poner punto y final a su vida política ha supuesto varias novedades en las dinámicas del PP, para empezar porque el anuncio de su despedida en el Comité Ejecutivo ha dado lugar a una interminable serie de intervenciones en las que los dirigentes, normalmente mudos, no han reparado en agradecimiento y palabras de cariño para su todavía presidente.

Otra de las novedades que introduce en el PP el modo en el que Rajoy ha decidido marcharse es que deja su sucesión "abierta", según recordaba un dirigente, que considera que esto es "importante" para el partido.

Aunque dos nombres -Alberto Núñez Feijóo y Soraya Saénz de Santamaría- flotan en el ambiente como posibles candidatos para suceder a Rajoy en la presidencia del PP, este martes no era día para dar un paso al frente ni para animar a otros a hacerlo. "No se ha postulado nadie, hoy queda muy feo", ha afirmado Celia Villalobos.

En esto había consenso y también en que hoy todas las (buenas) palabras debían ir dirigidas a Rajoy, tal y como ha sido, en muchos casos con la voz entrecortada y al borde de las lágrimas.

La primera en tomar la palabra ha sido la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que le ha agradecido su "esfuerzo y determinación", ha recordado todo lo que ha pasado en los últimos años y se ha comprometido con que en esta nueva etapa el partido "va a estar a la altura de las circunstancias".

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno en funciones y uno de los nombres que suena como posible aspirante para suceder a Rajoy en la presidencia del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, ha hablado en nombre de sus compañeros del Consejo de Ministros para agradecerle que en todo este tiempo el presidente haya asumido los errores de sus ministros "como propios" y para asegurar que "es la persona más honrada del PP".

Otro posible candidato, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, llegaba esta mañana dispuesto a escuchar lo que tuviera que decir el presidente y, en el momento de tomar la palabra después del anuncio, apenas ha podido articular palabra de la emoción, algo que también le ha pasado a otros dirigentes populares. "Algunos hemos aprendido todo de él", ha dicho Feijóo de Rajoy.

El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha hablado como "decano" de los barones del PP que ha agradecido a Rajoy su "liderazgo" y le ha pedido disculpas si "no hemos sido capaces de ayudar" en los momentos en los que lo ha necesitado.

Pero la intervención no ha sido la única entre los presidentes regionales y autonómicos del PP. Todos han querido tomar la palabra para contar anécdotas personales, consejos y conversaciones con Rajoy e incluso varias historias de hijos.

El expresidente de Extremadura José Antonio Monago ha recordado una frase que le dijo el día que le planteó apoyar los presupuestos del PSOE extremeño. "Nada se gana fastidiando", le dijo Rajoy para animarle a hacerlo. El presidente del PP de Baleares, Biel Company, ha recordado una conversación con él en la que decían que la gente tiene derecho a ser feliz antes de decirle que. "tú más que nadie te mereces ser feliz".

El presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha contado que sus hijas adolescentes conocieron a Rajoy hace poco en un acto de partido y se ha preguntado ante sus compañeros cómo iba a contarles ahora que va a dejar la presidencia del PP. Por su parte, la presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, le ha dicho a Rajoy que le traía una carta escrita por su hija, que sólo había revelado de su contenido que era "lo que le salía del corazón".

El deporte preferido de Rajoy, el andar rápido, también ha estado presente en la despedida de sus compañeros. El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, ha recordado la "última caminata" que ha dado la dio con él.

El presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, se ha puesto más serio para decirle a Rajoy que en su día a día muchas veces piensa en cómo actuaría él y, tras diferenciar entre "vascos leales y vascos traidores", ha añadido que "en nombre de los vascos leales, te doy las gracias".

Una de las últimas anécdotas de la mañana ha llegado al final, cuando de repente a pedido la palabra alguien a quien no conocía nadie. Era Joaquín Calvo, presidente del PP en Bélgica y presente en el Comité Ejecutivo como representante del PP en el Exterior. "A mí no me conocéis" ha empezado diciendo, "vengo del PP Exterior y el PP no se vende".