En la boda del año, la que ha convertido en marido y mujer al príncipe Harry y a Meghan Markle, ha habido muchos detalles, incluidas algunas confidencias que compartieron los novios en el altar en voz baja, pero que no pasaron desaparcibidas para la prensa local.

Así, el príncipe Harry le confesó a su hermano y padrino, el príncipe Guillermo, que los pantalones del uniforme le estaban "demasiado apretados", aunque también le dijo que estaba "bien".

Una vez llegó la novia, Harry no pudo evitar piropearla: "Estás preciosa. Te he echado de menos", a lo que ella respondió con un tímido "gracias".

A la salida, ante la total expectación de público e invitados, Meghan preguntó a su ya marido: "¿Nos besamos?". Harry respondió afirmativamente. El toque divertido lo puso el propio Harry. Cuando finalmente subieron al carruaje y se daba por concluida la ceremonia, el nieto de la reina Isabel dijo a su mujer: "Estoy listo para beber".