La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, dimitió con buena parte de su programa "en desarrollo" pero sin terminar. Serán tareas para el  próximo presidente madrileño.

Presupuestos. En diciembre del año pasado se aprobaron los de 2018 y el sucesor de Cifuentes, Ángel Garrido, tendrá que decidir si los prorroga para 2019 o busca nuevos acuerdos en la Asamblea para renovar las Cuentas.

Colegios, cultura y conciliación. Están pendientes de acabar 7 nuevos centros escolares y hay 24 ampliaciones en marcha. Tampoco está listo un plan para reconocer la autoridad del profesor, el «Cheque cultural» de 100 euros para personas mayores ni se han flexibilizado los horarios de los funcionarios a favor de la conciliación.

Más plazas en sanidad y dependencia. Incrementar plazas de residencias de mayores para dependientes, construir y poner en marcha nuevos centros de atención primaria, aumentar los recursos para la atención de salud mental y aumentar el número de plazas de enfermería en las especialidades más requeridas.

Bajar impuestos. Entre los proyectos aún «en desarrollos» del plan de Gobierno de Cifuentes, figura la bajada de varios impuestos: sobre Actos Juridícos Documentados, Transmisiones Patrimoniales, sobre Sucesiones y Donaciones entre hermanos, tíos y sobrinos y del tramo autonómico del IRPF, así como incentivos fiscales para inversores y a la producción cinematográfica.

Alquiler y emergencias. Falta terminar el Plan Alquila, con 100.000 viviendas para impulsar el alquiler y un mapa de riesgos y planes de prevención para pequeños municipios de la Comunidad, así como actualizar el Plan Director de Emergencias y Protección Civil.

Transporte y el Silicon Valley español. Cifuentes dejó en desarrollo ampliar la red de Metro hasta Arroyo Fresno, construir más carril-bici por toda la región e impulsar en el sur de la Comunidad el mayor espacio de investigación e innovación de Europa.

Transparencia y anticorrupción. Tramitar en la Asamblea de Madrid la obligación prometida de que los partidos creen un órgano interno anticorrupción, así com crear un registro de lobbies, como dice la Ley de Transparencia, y cumplir que los candidatos sean elegidos por primarias.