La cocina de autor 'oficial', que cuenta con grandes expertos en España, hace referencia a aquel tipo de cocina innovadora fundamentada en la experiencia del propio chef, que se caracteriza por un estilo único y personal más allá de las técnicas culinarias de toda la vida. A partir de ahí, todos podemos convertirnos en cocineros únicos y exclusivos si ponemos a trabajar nuestra imaginación.
Seguro que hay mil trucos que aprendiste de tus antepasados y que sólo se hacen en tu familia, que te gusta emplatar con toques maestros que solo se te han ocurrido a ti, o que sabes aprovechar tu experiencia en la cocina de cada día para probar técnicas culinarias nuevas y diferentes… Mientras le das una vuelta, nosotros vamos a proponerte una serie de ideas para que vayas iniciándote en el mundo de la cocina de autor en casa, en la que el chef eres tú.
1- Cocina de aprovechamiento 'verde'
Si tienes hierbas frescas de cualquier tipo que no vas a utilizar, trocéalas en el interior de una cubitera de silicona. A continuación, en cada casilla, ve añadiendo hasta cubrirla un chorrito de aceite de oliva virgen extra, o bien mantequilla derretida. Cuando los tengas todos rellenos, mete la cubitera en el congelador.
Cuando se hayan helado los cubitos tendrás siempre disponibles las hierbas aromáticas y el aceite o mantequilla para comenzar a cocinar. ¿Que necesitas hacer un sofrito? Pues coges dos o tres cubitos y, al derretirse sobre la sartén, ya tendrás el primer paso preparado sin necesidad de ir a buscar nada al mercado o engrasar la base de la sartén. Dos en uno.
2- ¡Al rico helado de yogur!
Una manera divertida de agasajar a tus invitados es ofrecerles de postre un rico helado de yogur. Claro, que para eso necesitarías un electrodoméstico apropiado para prepararlo y algunos conocimientos previos… por no hablar de bastante tiempo e ingredientes varios.
Pues nada de complicarse la vida. Coge un yogur natural o de sabor (al gusto) que tengas en la nevera, quítale la tapa, échale los toppings que quieras (frutos rojos, frutos secos, gominolas pequeñas) y pincha en el centro un palo de madera tipo polo. Mete el yogur con su envase al congelador, y al día siguiente tendrás un saludable, refrescante y colorido helado de yogur.
3- Mini tacos de aperitivo
Una idea de lo más presentable y que no puede fallar es reducir el tamaño de tus tortillas de maíz o trigo, las que tengas en casa, a un tamaño 'bocado' para el aperitivo. Podrás dibujar un círculo perfecto si le das la vuelta a un mini-bol con los bordes rectos, presionas sobre la tortilla y realizas un pequeño giro. Al levantar, tendrás un mini taco que podrás rellenar de lo que desees.
Al mítico guacamole, o la carne adobada con lechuga y pepinillo, puedes agregar lo que quieras. ¡Échale imaginación! Nuestra sugerencia es que prepares unos mini tacos salados, y algunos dulces con crema de avellana y coco rallado en su interior. Ciérralos con un palillo de madera para que no se abran y a disfrutar del aperitivo.
4- La buena estrella
Un clásico renovado. La tortilla de patata no tiene mucho misterio, más allá de si quieres prepararla con cebolla o sin ella. Sin embargo, es una receta tan versátil, que admite desde pequeños trozos de calabacín (que la deja mucho más jugosa) hasta pimientos verdes y rojos, pasando por todo lo que se te ocurra.
En cuanto a la presentación, la sugerencia es freír las patatas y la cebolla, sacarlas cuando estén listas, y colocar sobre la sartén un molde pequeño de aluminio (de los de cocinar pastas) en forma de estrella para cuajar mini tortillas en su interior. Muy original y diferente.
5- Sorbete exprés
Si te gustan los zumos de fruta, elige el que más te guste (industrial o natural) e introdúcelo en una bolsa de plástico con el cierre hermético. Una vez hayas comprobado que el líquido está a salvo con la bolsa herméticamente cerrada, métela en otra bolsa más grande. A continuación, introduce unos cuantos cubitos de hielo y tres puñados de sal.
Coloca el 'invento' en posición horizontal y muévelo con cuidado para que el zumo vaya asimilando el frío de los hielos y la sal. Si te da mucho frío en las manos puedes cubrirlo con un toalla. Al cabo de un rato, abre la bolsa pequeña del zumo y comprobarás que ha adquirido una estupenda textura sorbete. Sirve en copas de cristal y adorna con unos trozos de fruta.
6- Cubitos de mango
Una de las frutas más demandadas en esta época del año es el mango. Dulce, hidratante y con una textura fresca muy apetecible. Para presentarlo en la mesa de la mejor manera, córtalo con su piel en dos mitades, salvando el hueso del medio. Después, haz unas pequeñas incisiones en la carne con un cuchillo afilado, dibujando cuadrículas. Para finalizar, 'abre' la piel hasta que la carne del mango sobresalga y sírvelo con el semicírculo hacia abajo. Así los comensales podrán ir cogiendo pequeños cubitos de esta fruta tan rica.
7- Rosquillas con forma de iglú
Las rosquillas son uno de los dulces más típicos en nuestro país, pero ha llegado el momento de aligerar peso (y pesadez) y presentarlas con otra forma. Para ello, lo primero que hay que hacer es preparar la masa para freírla después. Harina de trigo, azúcar, levadura, leche, anís, huevos, mantequilla y aceite de girasol en abundancia para la sartén.
Una vez tengas la masa preparada, métela en una manga pastelera (o en una bolsa de plástico a la que le cortes una de las puntas). Coge un cazo de cocina de aluminio y, por el reverso, dibuja con la manga pastelera lo que tú quieras freír después. Te proponemos dibujar una celdilla de cuadrados para que, al sacarla de la sartén y despegarla del cazo, quede con forma de tapa. Puedes colocar esas rosquilla boca abajo, con una 'sorpresa' en su interior para que, al levantarla para comerla, se descubra lo que esconde.
8- ¿A qué huelen las nubes?
A azúcar tostado, y te contamos cómo hacerlas. Compra unas cuantas nubes de chuche de varios colores, pínchalas en un palillo largo a modo de brocheta y colócalas en la ranura de la tostadora durante tres segundos. Repite la operación por el otro lado. De esta manera, tendrás unas brochetas de nube tostadas con un delicioso olor dulce y un color de lo más apetecible. Este invento podría servir para rematar una tarta helada, por ejemplo.
9- Estofados con sabor a queso
¿Y si le das a tus guisos de carne o verduras un delicado sabor a queso, sutil pero presente y original? Para ello, no tires las cortezas de los quesos fuertes.
Cuando las cortes, congélalas en una bolsa de plástico con cierre hermético, y sácalas siempre que quieras dar ese toque de autor a tus estofados. Una vez que hayan soltado su sabor durante la cocción, no te resultará difícil retirarlas de la cazuela y, ya sí, eliminarlas.
10- Muffins de pan de molde
Para finalizar, os proponemos un postre sencillísimo y muy rápido. Coge varias rebanadas de pan de molde sin corteza, aplástalas bien y añade sobre ellas mantequilla derretida. Forma una bolsa con la mezcla e introduce la capacidad necesaria en los típicos moldes de muffins individuales.
Pásalas por el horno y tendrás unos riquísimos (y rapidísimos) bollitos de mantequilla calentitos que podrás decorar al gusto en el momento.
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