Incertidumbres y certezas de la segunda vuelta al cole en pandemia
El curso arranca con la Covid alterando aún nuestro día a día, con la experiencia acumulada y la vacunación de gran parte de la comunidad educativa y con varios frentes abiertos, como la ampliación de las ratios
Martín suele ser de los que se levanta sin que suene el despertador motivado por las ganas de volver a ver a sus amigos. Julia tiende a remolonear en la cama porque le cuesta madrugar después de más de dos meses de vacaciones. Irati llegará a un aula por primera vez y Clara en junio se despedirá de su instituto para emprender el camino hacia la vida adulta. Ellos y más de ocho millones de alumnos se preparan desde este lunes para la vuelta al cole, una vuelta al cole atípica por segundo año consecutivo.
Regresan los despertadores, las mochilas, el material escolar…. pero aún es imposible dejar atrás las mascarillas, los geles y las medidas a las que obliga el coronavirus. La evolución de la pandemia y la vacunación han permitido flexibilizar algunas normas en los centros educativos pero la mayoría se mantienen. Profesores, padres y alumnos resaltan que el curso arranca con más optimismo y a ello contribuyen las vacunas, pero también el éxito del anterior, que, sin inyecciones contra el virus, concluyó con el 99,9% de las aulas abiertas y sin superarse en ningún momento el 2% de clases cerradas debido a contagios. Un éxito aplaudido incluso a nivel internacional.
“Este año vamos con menos miedo. Aunque no estén vacunados todos los alumnos los profesores lo estamos. Cuando empezamos el año pasado creíamos que acabaríamos teniendo que cerrar el instituto. La situación era más negativa”, recuerda Ana Almazán, docente de Secundaria. “Hay mucho respeto todavía, porque la Covid merece respeto, pero yo siento menos miedo. Empecé septiembre pensando que cada dos semanas tendría a los niños en casa y al final en todo el curso solo tuvimos que confinar dos aulas durante diez días”, coincide Jennie Noble, madre de dos chicos que acuden al colegio de educación especial de la Asociación Autismo Araya, de la que es presidenta.
Medidas para hacer frente a la Covid que se tomarán en la aulas en el curso 2021/2022.Henar de Pedro
En ese contexto, la clave del protocolo aprobado entre el Ministerio de Educación y las comunidades reside en garantizar "la máxima presencialidad para todos los niveles educativos". Esa será la premisa incluso en los cursos superiores, que el pasado año académico se desarrollaron en parte de forma semipresencial. Solo ante una alerta elevada, y en el caso excepcional de que no se pudieran cumplir las normas, se contempla la posibilidad de recuperar esa semipresencialidad, pero únicamente a partir de 3º de la ESO.
El documento prolonga asimismo la existencia de los grupos burbuja -aquellos en los que no es necesario guardar la distancia interpersonal- en Educación Infantil; 1º, 2º, 3º y 4º de Primaria, y en Educación Especial. En 5º y 6º de Primaria, la organización se podrá hacer igualmente mediante grupos de convivencia o manteniendo la separación. Y en la ESO, Bachillerato, Enseñanzas Oficiales de Idiomas, Formación Profesional de todos los grados y Enseñanzas Artísticas y Deportivas habrá que cumplir la distancia de seguridad. Esa distancia se flexibiliza "en la mayor parte de las circunstancias" de 1,5 a 1,2 metros y es a partir de ese punto donde surgen las mayores discrepancias, toda vez que se prevé un aumento de las ratios.
Sindicatos y asociaciones de padres vienen reclamando que se aproveche la pandemia para hacer definitivo el máximo de 20 estudiantes por clase establecido de forma coyuntural para 2020-2021 pero las quejas de algunas consejerías llevaron al ministerio a incluir en la versión definitiva del protocolo que "el tamaño máximo de las clases será acorde a las ratios establecidas en la normativa aplicable". Esto significa 25 alumnos en Infantil y Primaria, 30 en la ESO y 35 en Bachillerato, lejos de la histórica reivindicación de una parte de la comunidad educativa.
"La reducción de ratios ha demostrado ser una medida enormemente efectiva para mejorar la calidad educativa y es imprescindible no solo para asegurar la seguridad y la salud, sino también para corregir las carencias previas del sistema y las surgidas por la pandemia, especialmente para el alumnado más vulnerable", defiende CC OO, al tiempo que reclama mantener o incrementar la contratación de docentes en al menos los 40.000 del curso pasado.
El año anterior la necesidad de hacer desdobles para que los grupos fueran más pequeños llevó a todas las comunidades a reforzar las plantillas. En esta ocasión, la ministra, Pilar Alegría, ha requerido a los Ejecutivos autonómicos que consideren prioritaria la educación a la hora de invertir los 13.500 millones que el Gobierno central les va a repartir para hacer frente a las graves consecuencias de esta crisis. Pero inicialmente el refuerzo de docentes en su conjunto va a ser menor.
Si bien hay territorios como la Comunidad Valenciana o Galicia que incrementarán sus cifras, otras como Murcia han aseverado que tener profesores extra ya no es necesario. Aragón, La Rioja, Cataluña y Navarra no han dado por el momento números exactos. La primera apunta a que serán algo más de la mitad que el curso precedente, y las otras tres hablan de mantener las cifras pero sin concretar.
Variación del número de profesores de refuerzo Covid por comunidades.Henar de Pedro
Posturas como la de la consejera murciana Mabel Campuzano se tornan arriesgadas, ante una pandemia que aunque mitigada, continúa. Hoy sabemos, en contra de lo que se decía al principio, que ni los niños son supercontagiadores ni los colegios focos de contagio. La prudencia, sin embargo, sigue siendo imprescindible. Aunque el curso se afronta con mayor confianza, los adolescentes son ahora quienes más se están contagiando. Con una incidencia que roza los 400 casos, lo que supone riesgo extremo, se aboga por potenciar la su vacunación. Los últimos datos apuntan que el 71,7% de las jóvenes entre 12 y 19 años ha recibido al menos un pinchazo y el 32,2% ya tienen los dos.
Preguntada por si existe preocupación de que los brotes se produzcan entrelos menores de 12, para quienes de momento no se plantea la vacunación pese a una incidencia que supera los 250, la titular de Educación reconocía hace unos días que la posible inmunidad de estos pequeños es objeto de "debate continuo" entre las autoridades sanitarias. Alegría añadía que su departamento aplicará en el contexto educativo las medidas que las mismas les vayan trasladando.
Educación también apuntó que esperaría a conocer la postura de Sanidad acerca de qué hacer ante un brote con los escolares que ya estén inmunizados. En esa línea, algunas comunidades, como Cataluña y Madrid, se adelantaron y anunciaron que eliminarán las cuarentenas a aquellos con vacunación completa o que hayan pasado la Covid seis meses antes. La actualización de la estrategia de vacunación de junio ya establecía esa exención para la población general y finalmente, el departamento de Carolina Darias va a generalizar a todo el país que los alumnos vacunados no tengan que aislarse por un positivo cercano.
No está claro tampoco que los grupos burbuja vayan a poder interactuar y mezclarse al aire libre, ya sea en el recreo o en actividades deportivas. A juicio de la ministra, cuanto más estancas sean las clases mejor. El protocolo sí apunta a recuperar las extraescolares, pero se trata de una cuestión que depende de cada centro y aún muchos las tienen por definir. La necesidad de mantener las medidas higiénico-sanitarias también en este ámbito puede que lleve a listas de espera.
Junto a las normas de limpieza e higiene, los alumnos también ponen énfasis en la salud mental. Por eso, además de solicitar más profesores, la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae) va a reunirse con la titular de Educación el 13 de septiembre para presentarle una campaña que propone, entre otros asuntos, el incremento de psicólogos y orientadores en los centros. "Después de casi dos años de pandemia hay que centrarse en lo que viene después. El curso pasado íbamos de clase a casa y en el patio no podíamos relacionarnos con otros", cuenta su presidenta, Andrea Henry.
Clara, Irati, Martín y Julia llegarán estos días a clase teniendo que cumplir un protocolo al que ya están acostumbrados, que no les pilla de nuevas como en septiembre de 2020. Probablemente puedan compartir más momentos con sus compañeros, sin embargo todos coinciden en el deseo de que este sea su tercer y último curso en pandemia.
