El irlandés Daniel Martin alcanza en Port Ainé el liderato de una Volta que abandonó Valverde

El ciclista irlandés Daniel Martin, en plena ascensión a la estacion invernal de Port Ainé, meta de la cuarta etapa de la Volta 2013.
El ciclista irlandés Daniel Martin, en plena ascensión a la estacion invernal de Port Ainé, meta de la cuarta etapa de la Volta 2013.
TONI ALBIR / EFE
El ciclista irlandés Daniel Martin, en plena ascensión a la estacion invernal de Port Ainé, meta de la cuarta etapa de la Volta 2013.

Puede que para un profano en materias ciclistas el nombre de Daniel Martin, así asépticamente, le suene a corredor español... o a cantante pop. Y puede que al enterarse de su habitual residencia en Girona le refuerce tal impresión. Pero lo cierto es que el ciclista del Garmin Sharp es irlandés (aunque realmente nació en Birmingham), es sobrino del mítico Stephen Roche que amargó a Perico Delgado en el Tour de 1987 y a sus 26 años, que en agosto serán 27, está iniciando esa teórica plenitud del profesional que se extiende hasta los 33.

Desde este jueves, además, Daniel Martin es el nuevo líder de una Volta a Catalunya cuya general revolucionó gracias a su actitud combativa en una gran etapa de montaña y la concurrencia de la mala fortuna que afectó al hasta ahora líder Alejandro Valverde y la extraña táctica conservadora seguida por su equipo y el Katusha. El murciano se fue al suelo en un descenso junto a su compañero Eros Capecchi y los dos tuvieron que abandonar la carrera con numerosas magulladuras y contusiones por todo el cuerpo. Mucha chapa y pintura, pero nada serio.

Daniel Martin, en la fuga del día

Martin, que era noveno en la general, alcanzó el liderato de la Volta con una exhibición de sus dotes para la escalada, tan desgarbadas como efectivas, en una jornada larguísima y exigente, con cinco puertos, que se alargó sobre la bicicleta más allá de las seis horas. Con diferencia, la más extensa de todas las disputadas este curso en España. El ciclista del Garmin-Sharp se coló en un numeroso corte que comenzó a gestarse en el descenso del Coll de Merolla y contó con la sacrificada colaboración de su compañero Ryder Hesjedal (ganador del Giro de Italia 2012) en el eterno Coll de Cantó.

Tras un ataque previo de su compatriota Nicolas Roche (Saxo Bank), Martin pasó al ataque en la ascensión final a Port Ainé, allí donde se engancharon a su estela José Herrada (Movistar), el prometedor polaco Kiserlovski (RadioShack). A 7,7 kilómetros Martin, siempre con la iniciativa, se marchó en solitario y mantuvo un pulso con el grupo de favoritos en el que tiraba el Sky. Porque estaba en juego el liderato de la decana.

Purito y Quintana reaccionan tarde

Por atrás se moverían el holandés Robert Gesink y el belga Jürgen Van der Broeck; y también el 'katusha' Simon Spilak intensificaría el ritmo para reducir una diferencia que podría darle el liderato a Purito Rodríguez. Fue entonces cuando se movió el colombiano Nairo Quintana, ganador en Vallter 2000 y convertido en la baza para la general del Movistar. Su reacción fue tardía. Como también la del Katusha.

Porque Daniel Martin rodaba con más de un minuto y no daba la sensación de desfondarse en un subida tan larga (casi 20 kilómetros) como Port Ainé. A los ilustres no le salieron las cuentas en el puerto leridano, donde Martin levantó los brazos 36 segundos antes que Purito Rodríguez y Nairo Quintana, una brecha que le sitúa al frente de la general con 10 de margen sobre Purito. Se prevé un interesante pulso táctico en las tres etapas que le restan a la Volta (Lérida, Valls y Barcelona), en la que regresan las bonificaciones.

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