Carlos Alcaraz volvió a dar otra exhibición sobre la arcilla de Roland Garros ante el griego Tsitsipas. La solvencia y contundencia con la que compite, el gran abanico de golpes, la superioridad mental y física... y un sinfín de factores, hicieron que Stefanos volviese a doblar la rodilla ante el nuevo rey del tenis mundial.

Ya lo dijo Novak Djokovic después de su partido ante Karen Khachanov en rueda de prensa: "Es el hombre a batir aquí", añadió de un Carlos que aún no había saltado a la pista para intentar citarse este próximo viernes en las semifinales del torneo ante el serbio. Y lo consiguió por la puerta grande tras arrasar a un Tsitsipas que cuando se dio cuenta iba 2-0 abajo en el marcador (6-2, 6-1 y 7-6).

El tenis de Carlitos es tan grande como la derecha que se sacó de la manga ante el griego en uno de los puntos del partido (a unos 184 km por hora, récord del circuito). Por ello, su juego no pasa desapercibido para absolutamente nadie y se atreven a compararlo con el otro rey, esta vez, el de la tierra batida, Rafa Nadal. "Me recuerda a alguien zurdo de su país. Se merece sus éxitos.", decía un convencido Djokovic en la rueda de prensa tras ganar al ruso Khachanov. 

El de Belgrado reconoció que será su "mayor reto hasta el momento en este torneo". Además, colocó a Alcaraz entre los mejores del tenis mundial: "Si quieres ser el mejor, tienes que ganar a los mejores, y él es un jugador a batir aquí", finalizó Novak. 

El pupilo de Juan Carlos Ferrero es favorito

Suena muy fuerte, pero Carlitos, de 20 años, parte como favorito ante Djokovic. Ver para creer, pero es la realidad por cuestión de números y de sensaciones: 35 victorias y 3 derrotas de Alcaraz en lo que llevamos de temporada y 25-2 en la tierra batida, con cuatro títulos incluidos (Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona y Madrid). 

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El cara a cara particular entre ambos tenistas es 1-0 a favor de Carlitos, puesto que el murciano venció en una auténtica batalla a Djokovic (6-7, 7-5 y 7-6) en el Mutua de Madrid Open 2022, lugar donde salió campeón el número 1 del mundo (ganó a Zverev en la final) tras doblegar a Nadal y Djokovic en cuartos y semifinales, respectivamente. Fue el torneo que consagró al presente y futuro del tenis español.