Italia estudia dar la nacionalidad italiana por méritos deportivos para evitar la 'fuga de talentos' a otros países

Abraham Conyedo Ruano durante un combate en los Juegos Olímpicos de Tokio
Abraham Conyedo Ruano, atleta italiano de origen cubano,  durante un combate en los Juegos Olímpicos de Tokio
EFE
Abraham Conyedo Ruano durante un combate en los Juegos Olímpicos de Tokio

El presidente del Comité Olímpico italiano, Giovanni Malagò, ha abierto el debate en Italia tras lanzar la propuesta de conceder la nacionalidad a los menores que prometan en el campo del deporte, tras las medallas conquistadas en los Juegos de Tokio 2020 por italianos de origen extranjero.

El presidente de la institución pidió desde Tokio que se aceleren los procedimientos de naturalización para los deportistas extranjeros que hayan nacido o hayan vivido en Italia durante años. Malagò recordó el caso de Eseosa Desalu, de padres nigerianos, ganador de una medalla de oro con el equipo italiano masculino en la 4x100 de atletismo y que a pesar de haber nacido y crecido en Italia no pudo obtener la nacionalidad hasta los 18 años.

"Si esperamos hasta los 18 años para obtener la naturalización nos arriesgamos a perder a la persona. Pido anticipar el proceso burocrático, que es infernal"

Tras el gran impulso del deporte italiano en estos Juegos olímpicos, desde el Comité se ha insistido en la necesidad de no dejar escapar a atletas argumentando que, si se alargan los procesos de naturalización, aumentan las posibilidades de que los deportistas se retiren o decidan participar con su país de origen u otro país que tramite la nacionalidad.

Polémica en el seno del gobierno italiano

La ley que, entre otros términos, introduciría el llamado "Ius soli deportivo", el derecho a la nacionalidad por mérito deportivo, se encuentra actualmente bloqueada en el Parlamento con la neta oposición de los partidos de derechas como la Liga, que forma parte de la coalición que apoya al presidente del Gobierno, Mario Draghi.

En una entrevista publicada este martes en el diario "La Stampa", la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, deseó que pueda haber un acuerdo sobre ello entre las fuerzas políticas: "Cuando vemos a estos jóvenes olímpicos que honraron a nuestro país, uno pensaría que las palabras de Malagò tienen sentido. Estos jóvenes deben sentirse parte integrante de la sociedad".

A las palabras de Lamorgese reaccionó el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini: "En lugar de delirar sobre el 'ius soli' (nacionalidad por nacimiento en el país), dado que con la ley actual somos el país europeo que en los últimos años ha otorgado más ciudadanías, la ministro del Interior debería controlar a quien entra ilegalmente en Italia".

"Hay decenas de miles de desembarcos organizados por traficantes, sin que el ministerio mueva un dedo"

A raíz de las palabras de Giovanni Malagò, el Partido Demócrata (Pd) aprovechó el debate para relanzar su propuesta de introducir la naturalización por nacimiento: "Las Olimpiadas no han hecho más que confirmar lo que venimos repitiendo desde hace tiempo: el 'Ius soli' ya es de hecho, está en sociedad, en las escuelas, está entre nuestros niños. Ahora la política y las instituciones tienen el deber de adaptarse a estas transformaciones”. 

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