Los Juegos Olímpicos afrontan su recta final, y es cuando más opciones de medalla llegan para España. Después de un inolvidable jueves con dos oros y la confirmación de que caerá otra medalla en waterpolo femenino, este viernes que comenzó con los 50 km marcha y el eterno Chuso García Bragado en sus octavos Juegos.
La sorpresa fue la que protagonizó Marc Tur, que se quedó a menos de 100 metros de conquistar el bronce. Acabó fundido cuando ya vislumbraba la que habría sido la 13ª 'chapa' de la delegación española.
Ese honor le cayó a Damián Quintero, que logró la medalla de plata en katas, un metal muy celebrado, pese a no poder emular a Sandra Sánchez y llevarse el oro.
El piragüismo se resarció en parte del mal primer día, y el K4 500 cumplió con las expectativas: directos a la semifinal y grandes favoritos para medalla si pasan a la final. Saúl Craviotto, Marcus Walz, Rodrigo Germade y Carlos Arévalo hicieron la mejor marca olímpica (la prueba se estrena aquí y, por tanto, no hay récord como tal) superando a sus grandes rivales, los alemanes.
Entre las participaciones españolas en atletismo, destacó sobre todo la de Mohamed Katir, aunque la nueva estrella española no dio la sorpresa y quedó muy rezagado en el 5000m, entrando en octava posición.
El equipo de natación sincronizada, capitaneado por Ona Carbonell en su regreso a la competición terminó en séptima posición la rutina técnica.
La selección masculina de waterpolo disputará el partido por el bronce ante Hungría tras caer en semifinales ante Serbia en un partido en el que los de David Martín rozaron la victoria.
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