Simone Biles tampoco estará en la final de suelo de los Juegos Olímpicos de Tokio. Así lo anunció la Federación de Gimnasia de Estados Unidos mediante un comunicado oficial. Una noticia que no por esperada dejar de ser preocupante, sobre todo en lo referente a la salud mental de la mejor gimnasta de todos los tiempos.

La primera reacción de Simone Biles tras su abandono: "El apoyo me ha hecho ver que soy más que mis logros en gimnasia"

"Simone ha renunciado a la final de suelo y tomará una decisión sobre la de barra a finales de esta semana. De cualquier modo, estamos contigo, Simone", reza el comunicado de la federación estadounidense con el que la gimnasta dice adiós a su elemento favorito. 

La joven de Ohio sigue sin encontrarse a sí misma. Desde que su cabeza dijese basta y abandonase en los primeros compases de la final por equipos, Simone no termina de reconducir su camino. Dicen que está entrenando mañana y tarde de forma privada para ver si está en condiciones de competir en las pruebas que le restan en estos Juegos Olímpicos, pero su lado oscuro siempre dice que no. 

La propia gimnasta ha reconocido que pierde el sentido del espacio y lugar cada vez que ejecuta una de esas acrobacias conocidas como 'twisties'. Muchas veces, ni aterriza de forma correcta. "Cuando vuelo no sé si estoy arriba o abajo", confesó Biles. Todo un peligro cuando hablamos de una gimnasta capaz de hacer piruetas de lo más arriesgado y nunca antes vistas.

La pregunta que sobrevuela ahora Tokio es si podremos ver a Simone Biles por última vez antes del final de las pruebas de gimnasia (le quedaría la final de barra fija). El problema es que la respuesta quizás sea que no volveremos a ver nunca más a la reina de los aparatos.