Simone Biles se rompe por la presión y abandona la final: "Debo confrontar los demonios de mi cabeza"

Simone Biles, tras su ejercicio de salto en los Juegos de Tokio.
Simone Biles, tras su ejercicio de salto en los Juegos de Tokio.
EFE
Simone Biles, tras su ejercicio de salto en los Juegos de Tokio.

Ha sido una de las sorpresas del día en Tokio: la retirada de Simone Biles de la final de gimnasia artística por equipos tras su ejercicio en el primer aparato del concurso. Las primeras informaciones apuntaban a un posible percance físico de la gran estrella de su deporte, y de los Juegos, pero según avanzaba la mañana salían a la luz los verdaderos motivos.

Biles no se encontraba bien a nivel psicológico. La presión que se ha ejercido a nivel mediático sobre ella durante las semanas previas y desde que arrancó la competición ha podido con la joven estrella, que lo ha ganado todo en su disciplina.

Ella misma lo explicaba ante los medios tras la consecución de la plata por parte de sus compañeras: "Simplemente no confiaba en mí misma tanto como solía hacerlo antes. Después del ejercicio de salto, no quería continuar con el resto de aparatos así que pensé que tenía que dar un paso al lado", explicó.

"Desde que entro al tapiz, estoy yo sola, confrontando los demonios en mi cabeza... Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi bienestar", reveló la campeona olímpica en la zona mixta. 

"Obviamente son los Juegos, algo enorme, pero al final del día lo que queremos es salir de aquí por nuestro propio pie, no en camilla", añadió. 

A la pregunta de si el próximo jueves estará en condiciones de disputar el concurso completo individual, donde también es una de las grandes favoritas, Biles se limitó a responder que necesita "unos días". 

"Debemos proteger nuestros cuerpos y nuestros mentes y no salir ahí hacer lo que el mundo quiere de nosotros", añadió, poniendo por delante su salud mental antes que la gloria olímpica.

La mejor de la historia y un icono mundial

Simone Biles tiene cuatro campeonatos olímpicos conquistados en Río 2016, tres en individual y uno por equipos, además de un bronce, y es, a sus 24 años, diecinueve veces campeona del mundo en diferentes disciplinas a nivel individual y por equipos. 

Todo un fenómeno en las redes sociales, que cuenta hasta con su propio emoticono en Twitter cuando se escribe su nombre a modo de 'hashtag', a la que siguen millones de personas en todo el mundo. Una gimnasta que asombra cuando está en acción y que también se convirtió en un icono de la lucha contra los abusos cuando fue una de las gimnastas que alzó la voz al explotar el escándalo del exfisioterapeuta de la selección estadounidense, Larry Nassar.

Este martes, Simone no pudo más. La considerada mejor gimnasta de la historia se rompió ante la expectativa, después de años brillando ante los focos. Subió al podio junto a sus compañeras para recoger la plata cosechada - el oro fue para el Comité Olímpico Ruso-, dejando abierta la esperanza de que los Juegos de Tokio no hayan acabado para ella. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento