La primera victoria de Sergio Pérez en F1, una reivindicación perfecta de un piloto 'top' sin equipo para 2021

Sergio Pérez, en el podio del GP de Sakhir
Sergio Pérez, en el podio del GP de Sakhir
EFE
Sergio Pérez, en el podio del GP de Sakhir

Sergio Pérez se puso a llorar como sólo pueden hacerlo los que logran su primera victoria en la Fórmula 1, y más si se logra de la manera y en el contexto en el que lo ha logrado el mexicano. Después de 190 Grandes Premios disputados (nunca nadie había hecho tantos antes de su estreno), el de Guadalajara ha conseguido la ansiada reivindicación, tras años en los que ha demostrado que es un activo vital para cualquier equipo que cuente con él.

En el automovilismo se suele decir que un piloto es tan bueno como su última carrera, y si eso es así, a Pérez le deben llover las llamadas desde que se bajó del coche. Pese a tener una muy buena fama en el paddock y estar considerado como uno de los mejores en la parrilla, no tiene asiento para 2021.

Su puesto en Racing Point lo heredará Sebastian Vettel en el proceso de conversión de la escudería de Silverstone en Aston Martin, por obra y gracia del dueño, Lawrence Stroll, que además es el padre del otro piloto del equopo, Lance Stroll. Del canadiense nada se espera, pese a que gracias a su 'Mercedes rosa' ya ha sumado dos podios este año, pero su rendimiento contrasta notablemente con el de Pérez, a la vista está.

En este contexto se ha producido una primera victoria de Pérez que le valdrá como un argumento clave en su negociación con un equipo que ya ha llamado a su puerta: Red Bull. La escuadra de las bebidas energéticas ha agotado su otrora extensa cantera, y el desastroso Alex Albon no ha dado muestras de ser mínimamente aceptable para un equipo de semejantes expectativas. No así Pérez, que pese a contradecir la cacareada filosofía de los 'toros', está en la 'pole' para ser compañero de Max Verstappen en 2021, frente a otros candidatos como Nico Hulkenberg.

Precisamente el alemán fue el sustituto de Pérez este año en dos carreras. El mexicano cometió la frivolidad de irse a su país en el pico de la primera ola de la pandemia, y se trajo consigo una infección de coronavirus que le hizo perderse las dos citas de Gran Bretaña. Fue el momento más bajo del año de un Pérez que incluso solicitó ayuda psicológica para asumir que lo que parecía una prometedora carrera en Fórmula 1 se hundía sin remedio.

Sacó fuerzas de flaqueza y, tras ser segundo en Turquía y quedarse cerca de ganar, se ha sacado la espina para convertirse en el primer mexicano en 50 años en lograr poner la bandera tricolor del águila en lo más alto del podio, después del histórico Pedro Rodríguez, que hasta ahora era el único que lo había logrado en su país.

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