Julian Alaphilippe hizo historia en la prueba de fondo de los Campeonatos del Mundo de ciclismo que se disputan en Imola, al proclamarse campeón del mundo. El francés fue el primero en cruzar la meta gracias a un ataque en el tramo final del recorrido, de más de 258 kilómetros, en el que no se pudo meter ningún corredor español.

Alaphilippe partía como uno de los favoritos a colgarse la medalla de oro y esperó su momento para lanzar el ataque definitivo, ya que tomó la iniciativa justo cuando se coronaba la Cima Gallisterna y logró abrir el hueco suficiente para hacerse con el triunfo y romper la mayor sequía del ciclismo francés en los Mundiales.

El corredor galo logró el primer maillot arco iris para su país desde la cita disputada en San Sebastián en 1997, edición que conquistó Laurent Brochard. Es decir, un ciclista francés volverá a lucir el maillot arcoíris 23 años después.

Alaphilippe subió a lo más alto del podio escoltado por el belga Wout van Aert y el suizo Marc Hirsch tras un esprint de cinco corredores. El mejor español fue Alejandro Valverde, que terminó en octava posición.