Detrás de los éxitos de Carolina Marín hay un equipo importante. Fernando Rivas es su entrenador principal, pero cuenta con preparadores, fisioterapeutas y técnicos que le ayudan a maximizar su juego. A falta de un año (si se celebran) para los Juegos de Tokio, ha perdido a dos piezas fundamentales de ese equipo.
La vigente campeona olímpica de bádminton no podrá contar a partir de ahora con Guillermo Sánchez, preparador físico, y Diego Chapinal, fisioterapeuta. Ambos han sido dos figuras clave para la onubense en los últimos tiempos, en especial tras la grave lesión que sufrió en 2019 y que le dejó prácticamente en el dique seco.
La situación de Sánchez ha venido derivada de los recortes que están obligadas a hacer algunas instituciones deportivas derivado de la crisis del coronavirus. Como explica 'El Confidencial', él estaba adscrito a la Unidad de Control del Rendimiento, que a su vez estaba en el Centro Médico de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD). Este organismo tiene, entre otras funciones, como objeto perseguir el dopaje en el deporte español, y dado que han visto cómo su presupuesto se reducía en 3 millones de euros, han tenido que recortar en personal para dedicar buena parte de ese dinero en la lucha contra el consumo de sustancias ilegales en el deporte.
Uno de los afectados (no el único) es 'Guille' Sánchez que, dado el peso específico que tiene esta deportista, había empezado a trabajar también a tiempo parcial por las tardes para la Federación Española de Bádminton (FESBA), no sólo con ella sino con otros ocho deportistas.
La Federación Española de Bádminton, que no se encuentra en su mejor momento institucional con todas las miradas puestas en su presidente David Cabello, recibió una llamada de la propia exnúmero 1 del mundo para que ampliaran el contrato de Sánchez y que llegara a un sueldo digno, pero en pleno proceso electoral el órgano gestor ha preferido no inmiscuirse alegando igualmente falta de recursos.
Osasuna 'le levanta' a su fisioterapeuta
El caso de Diego Chapinal es ligeramente distinto. A diferencia de Sánchez, él no fue despedido, sino que decidió dejar su trabajo al lado de Carolina Marín al recibir una oferta de Osasuna.
La diferencia de sueldo en un equipo de Primera División de fútbol y de un equipo de bádminton, por mucho que sea con una campeona como Marín, es lo suficientemente notable como para no rechazar la oferta.
El problema ahora es serio para una de las más firmes candidatas a medalla olímpica en Tokio, cuya inauguración iba a ser originalmente este viernes 24 de julio y que se pospuso un año. La actual defensora del título tendrá que aprender a adaptarse a dos nuevos componentes en su equipo para preparar una cita en la que todas las miradas estarán puestas sobre ella, además del propio Mundial que se celebrará en su Huelva natal a finales de 2021.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios