Los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 no solo marcaron a millones de aficionados al deporte, también dejó una huella imborrable en sus protagonistas. Los integrantes del equipo de fútbol, que se proclamaron campeones olímpicos gracias a un gol de Kiko en el minuto 90, son prueba de ello, pues mantienen el contacto tras aquella gesta inolvidable, como confirmó Santiago Cañizares.

El exportero revivió aquella conquista en una charla con Mister Chip y confirmó que tiene un grupo de WhatsApp con todos los jugadores de aquella selección menos con uno, con Pep Guardiola.

Y es que Cañizares se refirió a las experiencias vividas con el entrenador del Manchester City cuando ambos coincidieron en el combinado nacional, experiencias relacionadas con el sentimiento independentista del técnico catalán.

"Recuerdo que en el '92 Guardiola nos hablaba de política de una forma muy moderada. Incluso podíamos bromear con cariño", afirmó.

Cañizares admitió que "si alguien era del otro extremo daba igual, solo había vacile. Mi experiencia con él es esa. Se hablaba de política con placer, nada que ver con la historia que hay ahora, esté Guardiola o no de por medio".

El exguardameta apuntó que "ahora todo es un asco, ya no nos toleramos los unos a los otros" y que "él decía que estaba enamorado de Cataluña. Yo en la selección nunca le he visto incómodo, ni a él ni a nadie. Solo he visto a Oleguer, llegar y hablar con Luis Aragonés, pidiéndole que no le llevase más. Es el único que tuvo un par de narices de decirlo".

Cañizares recordó que "eso jamás lo vi en Guardiola, siempre fue encantado a todas las convocatorias de la selección. Una vez acabamos llorando tras perder. Jamás le he visto renegar".

El paso del tiempo ha hecho que las relaciones se vayan perdiendo, aunque llama la atención que "tenemos un chat todos los que jugamos en el 92. Todos menos uno: Pep Guardiola. Probablemente porque es el tipo más famoso ahora mismo. No le estoy criticando, entiendo que tiene mucho estrés y no está para chorradas. Están Luis Enrique, Abelardo..."

Cañizares no escondió que "me sienta muy mal cuando habla mal de España. Como si lo dijera cualquiera no, mucho peor. He estado con él en la selección y hemos llorado cuando nos eliminaron en Boston -en el Mundial de EE UU contra Italia]".

El exportero reconoce que "no sé cuándo mutó su cerebro. Ni el suyo ni el de gran parte de la sociedad que hace que estemos enfrentados. Antes se podía discutir de política, vacilar, incluso disfrutar. Ya no somos capaces ni siquiera de hacer autocrítica del partido que nos gusta".

Por todo ello, Cañizares se pregunta: "¿En qué momento nos han robado el cerebro?, ¿en qué momento le ha mutado a Guardiola?, ¿qué necesidad tiene de hacer eso? Él no tiene ese corazón, no es un mal chico. No sé quién maneja su cerebro político, no lo entiendo".