La decisión de última hora de suspender la carrera de MotoGP del Gran Premio de Catar ha sido un duro varapalo para los aficionados y para los propios pilotos, que estaban ya listos para que la temporada 2020 arrancase.
A uno de ellos, Aleix Espargaró, le pilló en pleno vuelo a Doha, la capital, donde iba a pasar unos días junto a su mujer y sus hijos antes del arranque del campeonato. Cuando despegó de Barcelona por la mañana se iba a disputar el primer Gran Premio del año y cuando aterrizó en el país árabe, estaba cancelado.
El enfado del piloto de Aprilia lo mostró en las redes sociales, dado que al estar con su familia se ha quedado sin margen de maniobra.
En dos tuits se lamentó de la mala gestión de la organización del GP de Catar y de Dorna. Incluso les acusó de tomarles el pelo. "No se ha podido hacer peor. ¡Chapeau!" o "parece una broma de niños" son dos frases que, tras el calentón, borró de la red social.
Pese a las limitaciones de acceso al país debido al brote de coronavirus, tanto él como su esposa y sus hijos pudieron pasar la noche en un hotel de Doha, donde además vieron el partido de fútbol entre Real Madrid y Barcelona, antes de regresar a España a primera hora del lunes.
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