Las 'runners' plantan cara al miedo: "He salido a correr con spray antivioladores"

Running Mothers, un grupo de mujeres que sale a correr por Las Rozas (Madrid), durante un entrenamiento.
Running Mothers, un grupo de mujeres que sale a correr por Las Rozas (Madrid), durante un entrenamiento.
ELENA BUENAVISTA
Running Mothers, un grupo de mujeres que sale a correr por Las Rozas (Madrid), durante un entrenamiento.

Las calles no están puestas cuando Juan se ata las zapatillas para salir a correr. Son las 6.00 horas en Madrid y es de los pocos que vaga a esas horas. Alberto lo hace por la noche, sobre las 10.00 h., en Sevilla. Ninguno cambia su ruta ni se preocupa por la oscuridad, y la simple pregunta les extraña. "¿Que si me da miedo salir a correr de noche? No me lo he planteado nunca, es la mejor hora".

Muchas mujeres no pueden decir lo mismo cuando salen solas. "Yo tengo miedo. Adelanto a un hombre en el campo y me suben las pulsaciones", cuenta Cristina, del club Running Mothers de Las Rozas (Madrid). Entrena a las 20.00 horas, bajo una oscuridad total, pero lo hace porque va acompañada de sus compañeras.

Son unas 15 y la mayoría admite evitar las horas en las que no hay luz y cambiar su recorrido si lo hace en solitario. "No conozco a ningún hombre al que le pase", cuenta Ana, para quien casos como el de Laura Luelmo, la profesora de 26 años asesinada en El Campillo (Huelva), terminan "condicionando". Ella será recordada este fin de semana en distintos puntos de España por miles de corredoras bajo el lema Correr sin miedo y no correr por miedo.

Los datos avalan esa sensación. Nueve de cada diez mujeres se sienten inseguras cuando salen a correr solas, mientras que el 44% dice sentirse tranquila si lo hace acompañada. Así se desprende de una encuesta realizada a 2.500 chicas elaborada por Runners World Magazine y la compañía energética EDP. Y ha sido precisamente esta última la que no ha querido quedarse de brazos cruzados y ha creado una plataforma que pone en contacto a mujeres. Se trata de Sincronizadas, que en su primera semana de vida ya cuenta con más de 6.000 mujeres registradas y 121 quedadas.

"Sincronizadas surgió para lograr la plena incorporación de la mujer al deporte y también para evitar los obstáculos a los que se enfrentan a diario, como la falta de seguridad", detalla la embajadora Cristina Mitre. Otro dato: el 28% asegura haber sufrido algún tipo de ataque practicando este deporte.

El miedo y el acoso no hacen distinción: afectan por igual a las corredoras populares y a las de élite. Azucena Díaz lleva calzándose las zapatillas desde los 8 años. Sus piernas acumulan miles de kilómetros y su cabeza, anécdotas difíciles de olvidar. "Alguna vez he tenido que salir corriendo porque me seguían. También he visto un montón de hombres masturbándose. Se ponen a tu lado y llaman tu atención porque tienen la necesidad de que les veas o exhibicionistas que se abren el abrigo. Yo sí tengo miedo cuando salgo a correr", cuenta esta maratoniana.

"Los comentarios obscenos también están a la orden del día, sobre todo en verano, que es cuando corremos con menos ropa. Voy en top y en mallas porque estoy en todo mi derecho". Estas malas experiencias, sin embargo, no le frenan para hacer lo que más le gusta. Ella, a diferencia de 83% de las mujeres encuestadas –que consideran que la zona y la franja horaria son los dos aspectos que más influyen en la seguridad–, corre de noche y por campo si es necesario. No deja que el miedo la derrote, aunque reconoce que de adolescente salía con spray antivioladores. "Coincidió con el crimen de las niñas de Alcàsser".

Más joven y asustadiza es Alba, de 19 años y jugadora de fútbol en un equipo madrileño. Le sobran los motivos. "Nunca he tenido una mala experiencia corriendo, pero sí por las mañanas esperando al bus. Así que siempre que salgo a correr necesito esperar a que llegue mi padre o mi hermano para poder ir segura y tranquila. En cambio mi hermano se va a correr solo a cualquier hora del día sin ningún tipo de preocupación. Yo tengo miedo de ir sola por todos los casos de violencia machista. Me entra rabia e impotencia. Me pregunto por qué no tengo derecho a vivir libre".

Todos los que corren lo hacen por diferentes motivos:por salud, sentirse bien, para despejar la cabeza... Pero hay uno que es común a todos los que practican este deporte: "La sensación de libertad" que da poner un pie por delante del otro. Ellas no piden mucho. Precisamente eso: correr libres y sin mirar atrás.

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