"Me siento especialmente satisfecha de haber sido la causante de que el 'caso Gürtel' se destapara". Las controvertidas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en la Asamblea regional de este jueves a propósito del levantamiento parcial del sumario que investiga la trama han provocado carcajadas en las filas de la oposición.

Lejos de zanjar la polémica abierta en la cámara regional –fueron muchos los gritos de protesta que suscitó en ella-, Aguirre ha vuelto a insistir este viernes en sus afirmaciones, precisando no obstante que en el año 2005 "no tenía ni idea de que al impedir la venta de una parcela en Majadahonda a la mitad de su precio tasado, destaparía el caso 'Gürtel'.

En un corto espacio de tiempo la presidenta ha pasado de irónicamente de la trama a atribuirse su descubrimiento, convirtiéndose en un clásico más del 'donde dije digo, digo Diego'. Y es que su actitud dista mucho de la que mostraba en febrero de 2009, cuando empezaron a trascender públicamente los primeros indicios del caso. Por aquel entonces la jefa del Ejecutivo madrileño se burlaba de la investigación asegurando que las pruebas que manejaba el juez Baltasar Garzón tenían la misma credibilidad que "si el alcalde de Torrejón de Ardoz", Pedro Rollán (PP) "dice que tiene muchas relaciones con Angelina Jolie".

Meses después, también con bastante sorna e ironía, la presidente pedía "de rodillas" al ex tesorero del PP Luis Bárcenas que difundiera la información que poseía sobre ella, en relación a una supuesta vinculación de altos cargos del PP con el 'caso Gürtel' a la que había aludido previamente éste. "Le pido de rodillas al señor Bárcenas que toda la información que tenga sobre mí la haga pública cuanto antes y además, con mucha claridad y con mucha precisión", suplicaba Aguirre.

Pero quizá hayan sido los supuestos regalos recibidos por altos cargos de su partido –los trajes de Francisco Camps o los bolsos de Rita Barberá, entre otros- la cuestión que la presidenta de la Comunidad de Madrid haya tomado con mayor humor. "El otro día acepté unas picotas y, según me las comía, pensé: 'Uy, ahora me van a sacar en el Gurtel'", señalaba en julio de 2009. Meses después, coincidiendo con la época navideña, insistía en tono sarcástico en que en los 20 años que lleva ostentando cargos públicos "jamás" ha aceptado regalos valiosos, salvo "los de comer y beber", como "las pastas de las Clarisas o las mandarinas que manda la alcaldesa de Valencia".

Recientemente, en una entrevista concedida al diario ABC, Aguirre atribuía la existencia del 'caso Gürtel' al hecho de que ciertos políticos no hubieran cotizado anteriormente a la seguridad Social. "Si todos los que llegan a la política hubieran cotizado antes a la Seguridad Social, no hubiéramos tenido el 'caso Gürtel' en el PP", aseguraba.