El pulso con Puigdemont, el caso Palau y los problemas judiciales por el 9-N 'jubilan' a Artur Mas

  • Artur Mas ha anunciado la renuncia a la presidencia del PDeCAT a pocos días de que se conozca la sentencia del 'caso Palau', que salpica por corrupción a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).
  • El abandono también se ha producido justo cuando Artur Mas acaba de cuestionar la estrategia de Puigdemont de tratar de ser president si no puede ser investido.
  • Neus Munté, afin a Mas, será la nueva presidenta de la formación heredera de CiU.
Artur Mas y Carles Puigdemont en un acto de campaña en Bruselas.
Artur Mas y Carles Puigdemont en un acto de campaña en Bruselas.
EFE
Artur Mas y Carles Puigdemont en un acto de campaña en Bruselas.

Artur Mas anunció el martes que dimite de su cargo de presidente del Partit Demòcrata (PDeCAT) por el "calendario judicial" que debe afrontar por diferentes causas (como la sentencia sobre el referéndum ilegal del 9-N), así como para "dejar paso" a "nuevos líderes".

Presidente de la Generalitat de Cataluña entre 2010 y 2016, y principal impulsor del denominado procès independentista, Mas anunció su dimisión a pocos días de que, el próximo lunes, se conozca la sentencia del caso Palau, el expolio millonario que afecta de lleno a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) por un supuesto delito de tráfico de influencias.

La Audiencia de Barcelona notificará el próximo 15 de enero la sentencia del caso Palau, una macrocausa  en la que la Fiscalía pide 14 años de cárcel para el saqueador confeso del Palau de la Música Fèlix Millet y ocho para el extesorero de CDC Daniel Osàcar. CDC, el partido que lideró Artur Mas, figura como responsable civil a título lucrativo por beneficiarse del expolio del Palau.

Al respecto, Mas aseguró que tenía tomada la decisión de su renuncia antes del pasado verano y afirmó que ya se la había comunicado a Puigdemont.

La renuncia se produce también en pleno pulso de Artur Mas con Carles Puigdemont. El hasta ayer presidente del PDeCAT advirtió el lunes ante el comité del partido que no quiere que se repitan las elecciones autonómicas si no se puede investir a Puigdemont. Artur Mas se mostró a favor de que se forme un gobierno estable para completar una legislatura larga. Incluso, reconoció que el bloque secesionista no puede imponer la ruptura ya que carece de la mayoría suficiente en votos (47,5%). "Hay una mayoría de los favorables al Estado catalán en escaños, pero no en votos", volvió a admitir el martes en la rueda de prensa.

Las declaraciones de Mas ante la ejecutiva del PDeCAT supusieron un cuestionamiento rotundo de la estrategia que promueve Carles Puigdemont.

De hecho, el expresident, fugado en Bélgica, pretende que el Parlament apruebe su investidura por vía telemática para regresar a España, aun a riesgo de ser arrestado. El Tribunal Supremo procedería con toda seguridad a ordenar el ingreso en prisión de Puigdemont, quien está acusado de presuntos delitos de sedición, malversación y rebelión.

La vía bilateral

Artur Mas cree que lo sensato es hacer valer la mayoría absoluta independentista para conformar un gobierno entre Junts per Catalunya y ERC, preferiblemente, pero también con la CUP si así lo exigiera la formación anticapitalista. Por tanto, no ve claro que Puigdemont pueda ser president si está en Bélgica o en la cárcel.

El hasta ayer presidente del PDeCAT cree que el nuevo Govern debería atenuar el proceso indepedentista para tratar de ganar adeptos con una estrategia "más inteligente", según las fuentes del partido, que "potenciara la vía bilateral" (negociación con el Estado) en detrimento de la vía unilateral (la que exige la CUP).

Así, Artur Mas considera que podrían atraer a sectores soberanistas de Catalunya en Comú, la formación de Ada Colau.

Dentro de unos años, Mas cree que estarían en disposición de revalidar otra mayoría absoluta y, especialmente, superar el 50% de los votos, la barrera psicológica que no ha superado el secesionismo. Artur Mas esgrimió ayer dos razones para dimitir:dejar paso a "nuevos líderes" (Neus Munté será la nueva presidenta de forma provisional) para no frenar el crecimiento del PDeCAT y así poder centrarse en su "calendario judicial". "Doy otro paso al lado", aseguró, en referencia a su renuncia en 2016 a la presidencia de la Generalitat en favor de Puigdemont, tras el veto que le impuso la CUP.

Mas, inhabilitado

Mas se mostró convencido de que resultará "inhabilitado definitivamente" por el caso del 9-N. Además aseguró que una "buena parte" de su patrimonio está en peligro por el proceso abierto por el Tribunal de Cuentas también por el 9-N. Se trata, resumió, de "un camino lleno de dificultades" que le "resta capacidad de maniobra".  No obstante, insistió en que no se retira y recordó que él ganó cinco elecciones en Cataluña, a diferencia de Puigdemont, que en su primera cita con las urnas perdió ante Arrimadas (Cs). El bloque independentista, eso sí, retuvo la mayoría absoluta.

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