Rajoy hace un balance económico triunfal y presume de haber combatido la corrupción

Rajoy da la palabra a un periodista durante la rueda de prensa de balance de legislatura.
Rajoy da la palabra a un periodista durante la rueda de prensa de balance de legislatura.
Sergio Barrenechea / EFE
Rajoy da la palabra a un periodista durante la rueda de prensa de balance de legislatura.

"Hemos pasado de vivir bajo la amenaza del rescate a generar confianza". Con estas palabras coronó Mariano Rajoy este lunes el balance de sus cuatro años como presidente del Gobierno. En un repaso eminente económico, el jefe del Ejecutivo presumió de haber detenido la "sangría" del paro y de haber generado la mayor cifra de empleos de la historia "sin permitir que nadie se quede en el camino". Además, destacó su lucha contra la corrupción y descartó incluir la reforma de la Constitución en su programa electoral.

Rajoy compareció en el La Moncloa minutos después de que el Consejo de Ministros aprobase el decreto de convocatoria de las elecciones generales del 20 de diciembre para valorar cuatro años de "transformación" con reformas que, como admitió, pueden haber sido "impopulares".

Frente a la caída del número de ocupados (-2,3%), el aumento de los hogares con todos sus miembros en paro (+6,8%) y el incremento de los parados de larga duración (+72,7%), el presidente exibió el descenso del desempleo (-10,6% en el último año), la reducción del déficit público del 9% al 4,2% o el crecimiento del 3,3% que, según los cálculos del Gobierno, registrará la economía nacional al concluir el año. "A todas las personas que no han podido conseguir un empleo les díría 'tiene usted razon, pero dese cuenta de que un millón de españoles ya lo ha conseguido y usted puede ser el siguiente'", puntualizó.

El mayor logro: evitar el rescate

"He de decir con orgullo que nuestro país demostrado energia y capacidad de recuperación para sobreponerse en tiempo récord a una situacion complicadísima. Hemos pasado de la destrucción de 1.430 empleos diarios en 2011 a la creación de 1.492 empleos diarios en 2015. La tarea no está completa, pero estamos en condiciones excelentes para alcanzar la cima en próximo mandato", proclamó, dando por superada la crisis.

Entre sus mayores logros se apuntó haber impedido el rescate del país (no así el de las cajas de ahorros, donde el Banco de España y el FROB dan por perdidos hasta 40.000 millones) y haber hecho frente al "desafío soberanista" emprendido en Cataluña por Artur Mas, con quien, según afirmó, nunca se negó a dialogar.

El presidente esquivó, sin embargo, cualquier autocrítica sobre los incumplimientos de su programa electoral en materia de recortes sociales o subidas fiscales. "He tenido tomar decisiones no me habría gustado, pero lo hice porque creo que no tenía más remedio. Tuvimos que subir algunos impuestos. Lo divertido es gastar dinero y quedar bien con todo el mundo, pero se habían perdido 70.000 millones de euros de recaudación en dos años. Ahora hemos podido bajar el IRPF y el impuesto de sociedades", justificó.

"Demasiados escándalos"

La corrupción, segunda preocupación de los españoles según el barómetro del CIS de septiembre tras el paro, ocupó el tercer lugar en su discurso. El líder del PP admitió que han aflorado "demasiados escándalos" que han generado "daño y descrédito" no a su partido, sino a los representantes políticos  en general.

A continuación, reivindicó que policía, jueces y fiscales "jamás" actuaron con mayor libertad, apoyados en la batería de reformas legales aprobada por su formación para "prevenir la corrupción y castigarla con dureza". "Se han sentado las bases de la demanda social para que los corruptos devuelvan lo que han robado", puntualizó.

¿Pacto con Ciudadanos?

Rajoy prefirió mantener la incógnita sobre los posibles pactos electorales -incluido con Ciudadanos- si no existe mayoría absoluta tras el 20-D, como vaticinan las encuestas.

"Ya se hablará en su momento. Yo soy partidario de que gobierne siempre el más votado. Lo que hemos visto en España, en ayuntamientos como los de Madrid, Zaragoza o Valencia -donde el PP perdió el poder municipal- no me gusta. La gente debe reflexionar sobre qué hace con su voto, porque a lo mejor lo usan para una cosa distina", advirtió. "Lo mejor para el futuro de España es que el PP vuelva a gobernar los próximos cuatro años", había asegurado minutos antes.

La única pista sobre su programa electoral se refirió a la Constitución. El candidato adelantó que la revisión de la Carta Magna no está entre sus prioridades, al contrario que la reforma de la Administración Pública y de la financiación autonómica, el I+D+i o la Agenda Digital: "No es algo que demande la sociedad. Se pueden cambiar cosas como la sucesión a la Corona, el nombre comunidades autonomas o que estamos en Europa, pero no veo un consenso sobre el tema fundamental que se está planteando y que es el modelo territorial".

Sobre su disposición a participar en debates electorales, afirmó ser el político español que ha participado en más cara a cara con sus rivales. "Ese es mi medio natural. Estaremos donde proceda, pero es importante que pongan orden. Me pongo a disposición de mi jefe de campaña... O no tanto", concluyó para evitar comprometerse.

Desigualdad y corrupción

Pedro Sánchez,  secretario general del PSOE, respondió al balance de Mariano Rajoy tachándolo de "fraude" y asegurando que el presidente llega a las elecciones "agotado, sin proyecto político para España e incapaz de responder a los casos de corrupción". Alberto Garzón, candidato a la presidencia por IU, resumió la legislatura como "una trituradora de empleo y democracia". Pablo Iglesias, líder de Podemos, y Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, coincidieron en calificar estos cuatro años como los de la "desigualdad" y la "corrupción".

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