El transporte y energía son más baratos, pero suben alimentos como patatas, aceite y hortalizas

  • Las gasolinas y los suministros energéticos empujan a la baja el IPC, pero la inflación subyacente (sin productos energéticos) escala una décima, al 0,8%
  • Algunos productos básicos de la cesta de la compra, como el aceite, han experimentado aumentos de hasta el 25,9% en el último año.
  • La sequía empujó al alza el precio de productos como las legumbres y hortalizas (un 10,6%), las patatas (8,2%) y los frutos secos (un 4%).
  • Baja acusadamente el precio del azúcar (-14,5%) y de la leche (-4%).
  • Los precios agudizan su caída en septiembre (-0,9%) por la bajada de la luz y las gasolinas.
Una mujer vierte aceite sobre una ensalada.
Una mujer vierte aceite sobre una ensalada.
GTRES
Una mujer vierte aceite sobre una ensalada.

Las sucesivas cifras negativas de inflación expresadas en el Índice de Precios al Consumo (IPC) —en septiembre ha marcado un -0,9%, el décimo mes en tasa negativa en el último año— pueden suponer para los hogares un alivio al beneficiarse, con precios más bajos, de un mayor consumo. Pero todo depende de la distribución del gasto en cada familia porque el descenso de precios no ha sido generalizado en todos los bienes.

Las gasolinas y los suministros energéticos han empujado a la baja el IPC interanual, pero el resto de conceptos de la cesta de la compra no han seguido su mismo camino descendente. La inflación subyacente, sin considerar los productos energéticos, ha subido una décima (al 0,8%) y varios productos básicos de la cesta de la compra han experimentado subidas de hasta el 25,9%.

Al alza: aceite, hortalizas, patatas y frutos secos

Los aceites han protagonizado el mayor encarecimiento de la cesta de la compra; su precio ha crecido un 25,9% en septiembre frente al mismo mes del año anterior. Una subida que también se refleja en su consumo; los hogares españoles consumieron 559,5 millones de litros de aceite en julio de 2015, un 9,3% menos que en julio de 2014, según el último Panel de Consumo Alimentario publicado por el Ministerio de Agricultura y Alimentación. Las caídas del consumo del aceite se reflejaron tanto en su variedad de oliva como en el girasol.La causa principal del precio disparado en el aceite y el recorte posterior en su consumo se encuentra en la sequía, que redujo a 900.000 toneladas la cosecha de la temporada 2014/15 cuando, de media, debería haber alcanzado un tercio más. "La sequía ha afectado mucho además a Jaén, que produce el 70% del aceite en España", explica a 20minutos un portavoz de COAG.El importe que se ha llegado a pagar en origen por el llamado oro líquido se llegó a disparar este año un 60%, hasta los 4 euros por kilo —actualmente rebajado a aproximadamente 3,4—. Un coste que sin embargo no se ha trasladado por completo al consumidor por los distribuidores; según fuentes del sector, estos han preferido asumir parte del alza en sus balances para no perder clientes en sus tiendas. "Además el aceite que están sacando ahora no es el más caro que han llegado a pagar, es posible que vaya a subir más en los próximos meses cuando saquen a la venta las producciones que se pagaron a un precio mayor".
Variación interanualBien/servicio
25,9%Aceites y grasas
10,6%Legumbres y hortalizas
8,2%Patatas y derivados
4,1%Frutas en conserva y frutos secos
4,0%Pescado fresco y congelado
2,8%Carne de ovino
2,2%Calzado de mujer
2,2%Servicios médicos y similares

También destaca la subida del precio en más productos agrícolas como las legumbres, hortalizas, patatas, frutas y frutos secos, una subida que también impacta en su consumo: la compra de hortalizas y patatas frescas cayó un 5,5% durante el último año, en consonancia con el aumento interanual de precios en ambos productos que marca el IPC de septiembre (10,6% en el caso de las hortalizas y 8,2% en el caso de las patatas).

Según José Ramón Aguado, presidente del Comité Sectorial de la Patata en la federación Fepex, la subida del 8,2% en el precio del tubérculo se debe tanto a la sequía —que afectó también al resto de cultivos hortofrutícolas— como a que, en el caso específico de la patata, se ha producido un reajuste tras la brusca caída de precios del año anterior. "En 2014 se produjo un exceso de oferta bestial que redujo a 0,02 euros/kilo el precio que se pagaba en origen, y muchos agricultores optaron incluso por no recoger la patata porque a esos precios tan bajos no les compensaba hacerlo", asegura Aguado. "Este año, por la sequía, se ha rebajado la producción un 20% y el cultivo un 10%; ese recorte de oferta se ve reflejado en el aumento de precios del último año y ahora el kilo se paga de 18 a 22 céntimos".

Otro caso destacados es el de los frutos secos, como las avellanas o almendras, de los que España es el segundo productor mundial tras Estados Unidos. El precio de estos productos, según el IPC de septiembre, ha crecido un 4,1% en el último año. En el caso particular de la almendra, el crecimiento es mayor: en origen se pagaba el kilo en 2014 a 7€ y este año ha llegado a superar los 10€. "Si el precio sigue subiendo será un verdadero desastre, porque la economía no está para dispendios y el consumidor puede decidir prescindir del consumo de los frutos secos", asegura a este medio Bernardo Funes, responsable del sector de frutos secos en la organización agraria COAG. Un temor que aún no se materializado; según los datos del ministerio, el consumo de frutos secos aumentó en julio un 0,5% frente al mismo mes del año anterior.

Los agricultores identifican tres motivos para la subida del precio de la almendra: una mejor consideración de este fruto como alimento saludable, un mayor consumo a nivel mundial —sobre todo en países asiáticos como India y China— y la sequía en California, que ha afectado a su producción, favoreciendo las exportaciones españolas. El alto precio de las almandras incluso ha atraído a los ladrones a los campos. "Hay una indefensión total, han tenido que poner rejas en varios cultivos y almacenes para que no las roben", explica Funes a 20minutos.

A la baja: azúcar, leche, gasolinas y suministros engergéticos

Los grupos de bienes con una mayor influencia en la caída experimentada por el IPC han sido los de Vivienda (-4,4% frente al mismo mes del año anterior) y Transporte (-6,4%). La reducción de precios en la vivienda se explica por el descenso en los productos energéticos (-13,6%) frente a la subida registrada el pasado año; específicamente, el epígrafe de calefacción, alumbrado y distribución de guapa marca un descenso del 8,6%.En el caso del transporte, ha sido el hundimiento de los precios del petróleo —un 60% de caída desde comienzos del año pasado— el que ha tirado a la baja el precio de los carburantes y combustibles (-16,4%) utilizados en el transporte de los consumidores. Otros dos productos, aparte de suministros del hogar y las gasolinas, destacan en la encuesta de precios del INE por la rebaja de su precio: el azúcar y la leche.
Variación interanualBien/servicio
-14,5%Azúcar
-8,5%Calefacción, alumbrado y distribución de agua
-6,1%Transporte personal
-4,0%Leche
-3,0%Objetos recreativos
-2,5%Carne de porcino
-1,8%Electrodomésticos y reparaciones
-1,2%Textiles y accesorios para el hogar

El precio del azúcar experimenta un descenso de dos dígitos (-14,5%) en apenas un año. Un derrumbe que en los precios de origen asciende al 40% en los últimos 18 meses y que según David Erice, de la organización agraria UPA, "pone al azúcar al borde de los precios de intervención" que supondrían la retirada de la producción por parte de las autoridades. El precio de intervención del azúcar es de 0,040 euros/kilo y ahora el precio de este bien está a 0,041 euros/kilo.

Según Erice la caída de los precios se debe a dos motivos: primero al "exceso de oferta en el mercado, especialmente porque países productores como Brasil han dedicado últimamente sus cultivos de caña, más a la producción de azúcar y menos al bioetanol"; el segundo es la liberalización del sector azucarero en la Unión Europea hace cuatro años, que produjo "una bajada progresiva en los precios hasta llegar a los niveles de este año". Los productores alertan de que estos precios bajos pueden hundir al sector y que el fin de la cuotas en 2017 —España tiene ahora aseguradas 498.000 toneladas en el mercado— puede suponer la puntilla porque los costes de los cultivos de remolacha en España, en regadíos, son mucho más elevados que en otros países productores de la UE como Francia, Alemania o Reino Unido.

La caída del precio de la leche fue motivo de polémica en los últimos meses. Como ya explicó en septiembre este medio —los ganaderos reciben un 17% menos por la leche pero la bajada para el cliente es solo del 5,6%— la caída de los precios en este último año se produjo por el excedente de producción tras el final de las cuotas lácteas en marzo y por la menor demanda de los mercados mundiales, entre ellos, China. Los productores también acusan a los distribuidores de tirar a la baja el precio de la leche para ganar cuota de clientes en las grandes superficies, algo que niegan en la patronal de la distribución.

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