Pocos negocios prosperan si venden un bien más barato de lo que cuesta producirlo. Los ganaderos del sector lácteo lo saben mejor que nadie. Los excedentes de producción por el final de las cuotas lácteas el pasado 31 de marzo y la menor demanda de los mercados mundiales [entre ellos, China] han bajado los precios de la leche a un nivel inasumible por los ganaderos.

Más de 380 tractores y unos 4.800 agricultores comunitarios marcharon este lunes en Bruselas para protestar por la situación, aprovechando la reunión de ministros comunitarios del ramo en la capital belga. Las protestas derivaron en incidentes violentos que obligaron a los agentes a utilizar cañones de agua y aerosoles de gas pimienta para repeler la quema de neumáticos y el lanzamiento de objetos. Tres agentes resultaron heridos, aunque no se produjeron detenciones.

"Hemos impulsado medidas para culminar esta semana un acuerdo con todo el sector", apuntó tras la reunión la ministra española de Agricultura Isabel García Tejerina. "No solo los ganaderos, también los Estados miembros esperamos una reacción por parte de la Comisión Europea". De momento, la Comisión ha aprobado este lunes destinar 500 millones de euros en ayudas al sector agrícola y ganadero para "ayudar a solventar sus dificultades de liquidez". El sector lácteo se llevará "la parte más significativa" del montante, según el documento presentado por Bruselas, que también se refiere a las dificultades de otros sectores agroalimentarios como el porcino o el de frutas y verduras.

Un primer paso en una situación que los ganaderos consideran "insostenible". Según los datos del Boletín Semanal publicado por el ministerio, los ganaderos recibieron en junio de este año una media de 30,3 céntimos por litro de leche, seis céntimos menos que en junio de 2014 (36,5), lo que supone un descenso del 16,9%. Según los datos de FACUA, sin embargo, el precio de venta al consumidor ha bajado apenas un 5,6%, desde los 71 céntimos por litro de junio de 2014, hasta los 67 céntimos. En resumen, la bajada de los precios de la leche ha afectado tres veces más a los ganaderos que a los consumidores.

Ramón Artime, presidente de la Interprofesional Láctea (InLac) asegura que "la diferencia se la están quedando claramente los distribuidores" y pide que se publiquen los contratos de estos con los fabricantes. "No se puede utilizar la leche como un reclamo comercial", añade Artime, en sintonía con la sospecha de que los distribuidores puedan estar bajando precios a propósito porque pueden compensarlo con otros productos.

Los distribuidores niegan la acusación y alegan que ellos son "el único eslabón de la cadena de la leche que tiene prohibido vender por debajo del coste". Así lo asegura Ignacio García Magarzo, director general de Asociación Española de Distribuidores, Autorservicios y Supermercados (ASEDAS), que achaca la bajada del precio de la leche a que "en España existe mucha competencia en la distribución", al fin de las cuotas lácteas del pasado y al exceso de producción. "Estamos en un libre mercado y cada uno puede fijar sus condiciones comerciales", anota el responsable de la patronal de la distribución.

Los fabricantes de leche [el eslabón de la cadena entre ganaderos y distribuidores] alegan por su parte que no pueden pagar más a los ganaderos porque los distribuidores les aprietan los márgenes. "Pero desconocemos esos datos, por eso queremos que se conozcan estos precios", reflexiona la vicesecretaria general de UPA, Montserrat Cortiñas. El sector ganadero quiere aún más. Desde la organización Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Catalunya (Jarc-COAG) también se exige al Gobierno sancionar las prácticas "abusivas" de la industria.

De momento la ministra Tejerina ha anunciado un real decreto para finales de septiembre que "obligará" a las empresas de distribución a publicar el precio medio al que compran la leche a la industria, además de más inspecciones por parte de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) para un sector que, según la ministra, "es el que más denuncias [49] ha recibido", resultando en seis sanciones firmes.

Pero los ganaderos, sobre todo, exigen un precio mínimo para vender su leche. Según el esquema de costes que el ministerio de Agricultura publicó en 2012, producir un litro de leche en las explotaciones ganaderas cuesta entre 34 y 38,6 céntimos, mientras que ese litro apenas se vende a las fabricantes a un coste de entre 27,5 a 31,2 céntimos. Es decir, que el sector lácteo es deficitario de origen.

Y eso es lo que reclaman los ganaderos: un mínimo para que su precio de venta no sea inferior a lo que les cuesta producir la leche. "Qué menos que cubrir los costes y que el ganadero disfrute de un pequeño margen por su trabajo", reflexiona Montserrat Cortiñas. Otras medidas solicitadas son el adelanto a este otoño de la PAC correspondiente al invierno y dedicar los 900 millones de euros de la 'supertasa' [las multas recaudadas por producir más de la cuota láctea] a dotar de liquidez a los ganaderos.

Pero el Gobierno no quiere 'mínimos' para no interferir en el libre mercado. "Fijar precios es nulo de pleno derecho y conllevaría además sanciones para las partes", asegura Tejerina. La CNMV también se ha pronunciado en contra. Y la patronal de la distribución alerta de que fijar un precio mínimo provocaría que "los consumidores pagarían con una subida de precio los problemas del sistema".

De momento, esos problemas del sistema lo están pagando los ganaderos. Las organizaciones agrarias gallegas han salido este lunes en la calle, colapsando con 3.000 tractores las calles de Santiago, y han amenazado con una huelga de entregas a partir del día 12 de septiembre si el este jueves el Ministerio no garantiza un precio mínimo. La alianza castellano-leonesa UPA-COAG ha puesto una cifra a la demanda: 36 céntimos. Pero fuentes de la UPA aseguran a 20minutos que podrían aceptar uno cercano a los 34 céntimos, "parecido al existente en Francia".