Las familias de los seis tripulantes del avión de Swiftair que se estrelló este jueves en Malí aguardan noticias sobre el siniestro para saber las causas de lo sucedido. El Ministerio de Fomento mantiene el gabinete de crisis activado tras el siniestro. Según han indicado fuentes del departamento que dirige Ana Pastor, se mantiene el trabajo de este gabinete en contacto con las autoridades de los países por los que sobrevolaba el avión, así como con el consulado y el Ministerio de Asuntos Exteriores. También sigue en marcha el protocolo de atención a familiares, a los que se ha ofrecido apoyo.

Según han confirmado a Efe distintas fuentes, las identidades de los miembros de la tripulación fallecidos son Agustín C. (piloto) e Isabel G. (primer oficial), ambos residentes en Mallorca; el donostiarra Raúl M. y los madrileños Miguel Ángel R. y Federico C., todos ellos tripulantes de cabina. La identidad del sexto tripulante todavía no ha podido ser confirmada.

Tanto el Ayuntamiento de Marratxí, donde tiene su residencia Agustín C., nacido en Extremadura, como el de Sa Pobla, de donde es natural Isabel G.,  mantienen en continuo contacto con las familias al tiempo que esperan información sobre el desarrollo de la operación de localización y rescate del avión siniestrado. "Aún mantengo la fe y la confianza de que nuestro vecino se encuentre con vida y todo sea una pesadilla", decía el alcalde de Marratxí, Tomeu Oliver, antes de confirmarse que no se han hallado supervivientes.

El primer edil ha subrayado que es necesario esperar a que se confirme oficialmente lo sucedido, para lo que se mantiene en contacto con la Delegación del Gobierno y el Govern balear, que a su vez están en comunicación con el gabinete de crisis establecido por el Ministerio de Fomento. Oliver ha pedido a vecinos y, sobre todo, medios de comunicación, que respeten la intimidad de la familia del piloto, un extremeño de 48 años, afincado hace más de una década en Mallorca, que trabajó para la desaparecida Spanair.

También estuvo empleada en esa compañía Isabel G., primera oficial del vuelo siniestrado, soltera e hija de payeses de Sa Pobla, donde residen también sus dos hermanos. Un portavoz del Ayuntamiento de Sa Pobla ha explicado que poco después de que responsables de Swiftair informaran de que se estaba buscando el avión que cubría la ruta Uagadugú-Argel el alcalde del municipio, Biel Serra, se puso en contacto con la familia para ofrecerles todo lo que puedan necesitar.

Raúl M., el auxiliar donostiarra del vuelo, era un joven "muy abierto" al que "le apasionaba viajar" y que abandonó su trabajo en un hotel para estudiar en una academia de Madrid con el fin de cumplir su anhelo. Pilar Legorburu, propietaria del Hotel Zaragoza Plaza de San Sebastián, en el que trabajó Raúl, explica que era muy apreciado en su establecimiento, en el que trabajó como recepcionista durante "dos o tres años", por sus especiales dotes para tratar al público, su sentido del humor y su "buena presencia". Donostiarra de 28 años, sus padres regentan una cafetería-panadería de la cadena 'Lekuona' ubicada al lado de la catedral del Buen Pastor de San Sebastián, donde recibieron la noticia del accidente aéreo.

Federico C., vecino de Móstoles y militante de UPyD, es otra de las víctimas. El alcalde de Móstoles, Daniel Ortiz, firma un comunicado en el que  traslada la "solidaridad y cariño" del municipio "a los familiares".

La compañía Swiftair ha confirmado este viernes el hallazgo de los restos de la aeronave en Malí sin supervivientes y ha asegurado que, por el momento, es demasiado pronto para hablar sobre las causas del accidente. La compañía, que no facilita la identidad de los seis miembros españoles que formaban parte de la tripulación, ha expresado en un comunicado su pésame y las condolencias para con los familiares de los pasajeros y de la tripulación a bordo del vuelo siniestrado DAH5017.