El compositor español Alberto Iglesias, candidato al Oscar por tercera vez gracias a la partitura de El topo (Tinker Tailor Soldier Spy), dijo que éste "sería un buen momento" para cumplir ese sueño y que, una vez puestos los pies en Hollywood, las ilusiones se disparan.

"No lo sé, me han dicho que es muy difícil, pero llegas aquí y sin querer piensas... ¿y si ocurriera?", explicó el donostiarra en una rueda de prensa organizada en un hotel de Beverly Hills (Los Ángeles). "Las otras películas tienen partituras muy buenas y la mía... no está mal", añadió entre risas.

Los rivales de Iglesias en la categoría de mejor banda sonora son John Williams, por partida doble, (Las aventuras de Tintín y War Horse), Ludovic Bource (The Artist) y Howard Shore (La invención de Hugo).

"Williams es el amo del invento y Shore también. Luego está el fenómeno de 'The Artist' que está gustando tantísimo a todo el mundo... Pero de todas mis nominaciones la que más me gusta es ésta. La experiencia que he vivido ha sido muy importante", manifestó.

Del rodaje de esta historia, en la que se ha encargado de dar calidez al gélido engranaje de los espías creados por John Le Carré, destacó la sintonía que mantuvo con el director, el sueco Tomas Alfredson.

"Es muy especial, un tipo muy inteligente y al mismo tiempo muy fácil. Trabajar con él fue coser y cantar, aunque con algunas dificultades, como siempre. Pero es de los trabajos más fáciles que he hecho. Eso hace que le tenga un cariño especial a la cinta", declaró Iglesias.

Su obra, una de las más sobrias de su carrera, destaca precisamente por ir en contra de algunos de los mecanismos habituales a la hora de crear una banda sonora.

"Tal vez me hayan nominado por no subrayar la historia, por no señalar cada cosa. Hay partituras que buscan desesperadamente la lágrima o el miedo, pero este lenguaje es más elusivo, más indirecto, no buscar decir exactamente lo mismo que las imágenes", indicó el compositor.

El español obtuvo nominaciones previamente por El jardinero fiel (2005) y Cometas en el cielo (2007), si bien aún le falta poner la guinda a su trayectoria con una estatuilla.

En su caso parece que la experiencia no es un grado y acudirá a la gala en el centro Hollywood y Highland con ciertos nervios. "Soy un poco infantil", admitió. "Se me olvidan las experiencias bastante rápido. En los Goya gané y me puse nerviosísimo, puede que la vez que más. A veces me sale algo incontrolado y según pasan las horas se crea una expectación y me pongo más nervioso, pero creo que lo puedo controlar", comentó.

El compositor, ya confirmado como el mejor creador español de música para cine tras una carrera profesional labrada al amparo de Pedro Almodóvar, pensaba originalmente que podría regresar a los Oscar por su trabajo en La piel que habito.

"Tenía ilusiones con ese trabajo, pero es difícil entrar en los Oscar con una partitura de una película de habla no inglesa. Creo que, de hecho, ha ayudado a 'El topo'. Creo que ha recibido un empujón, o al menos esa es mi percepción", apuntó.

En su quiniela particular para la gala del domingo desearía la estatuilla para Gary Oldman, protagonista del filme para el que Iglesias creó la banda sonora, aunque concede que George Clooney (Los descendientes) y Jean Dujardin (The Artist) tengan más opciones. "Gary hace un trabajo estupendo y, de las películas que he visto, es la actuación que más me gusta", reconoció.

También echó de menos la nominación para su compañero Cliff Martínez por la banda sonora de Drive, un trabajo que considera "tendrá muchísima influencia en los escritores jóvenes".

Iglesias disfruta este momento y es consciente de que en Los Ángeles "eres más visible" y puede resultar más sencillo recibir propuestas interesantes. "Me impresiona la apertura de los cineastas a la hora de buscar al compositor allá donde estén", señaló. "Estoy contento de no emigrar, aunque estoy dispuesto a hacerlo en cualquier momento. Estar 6-8 meses sin trabajar... hay que moverse y vivimos una situación difícil", añadió.

Por último, apuntó que no tiene un discurso preparado en caso de ganar el Oscar. "Es mejor así. Si no te lo dan te quedas rumiándolo y con el típico papel en el bolsillo. Me lo tendría que comer", finalizó.

El equipo de la película Chico & Rita pasó en Los Ángeles la jornada previa a la entrega de los Oscar con la esperanza de dar la sorpresa en una ceremonia a la que acudirán con un amuleto y tras invocar al mismísimo Nostradamus.

A pesar de que todas las quinielas indican que Rango se impondrá en la categoría de mejor cinta de animación, tanto el cineasta Fernando Trueba como el diseñador Javier Mariscal, codirectores de Chico & Rita junto con Tono Errando, ven "posibilidades" de victoria.

"Cualquier premio tiene una parte de lotería", aseguró Mariscal en un evento organizado en la sede de la entidad de gestión de derechos EGEDA en Beverly Hills.

Trueba recordó que en 1994 se alzó con la estatuilla de mejor filme de habla no inglesa con Belle Epoque cuando los pronósticos se decantaban por la cinta de Hong Kong Farewell my Concubine (Adiós a mi concubina), por lo que la ilusión está intacta con Chico & Rita.

Por si hiciera falta una ayuda extra para llevarse a casa la estatuilla, Trueba reveló que se trajo desde España un amuleto que aún no puede revelar y que es "especial" y diferente a otros que haya usado antes.

"Yo no soy supersticioso, ni de estas cosas absurdas, pero es como un pequeño juego que yo hago conmigo mismo a veces de llevar una cosa de repente en el bolsillo, es una especie de tontería extraña pero reconozco que no creo ni en el horóscopo, ni en la religión ni en nada", comentó el realizador.

Mariscal, que admitió ser también poco amigo de supercherías, no dudó en bromear con que la previsión para el domingo de su signo zodiacal, acuario, traía buenos augurios, algo que, según sus propias palabras, ya había sido profetizado.

"Nostradamus, tú ves que pone que Trueba y Mariscal harán una película grandiosa que recibirá muchos premios, ¿será que también tendremos el señor calvo éste con la espada?", se preguntó el diseñador valenciano.

"Me siento como Xavi o como Messi, que estamos jugando la Champions", añadió Mariscal que ve a Chico & Rita como un "bote de remos" comparado con Rango, Kung Fu Panda 2 o El gato con botas, tres películas animadas de gran presupuesto con las que disputan el Oscar y que calificó de "transatlánticos".

La quinta cinta nominada es A Cat in Paris, la otra candidata europea que, al igual que Chico & Rita, ha logrado hacerse un hueco con pocos medios entre los gigantes de la animación de 2011.

Mariscal restó importancia al aspecto competitivo de los Oscar y dijo no tener la sensación de estar "en un concurso", aunque él tendría claro a quién dar el premio.

"Si fuera jurado seguramente elegiría a 'Chico & Rita' no porque la ha hecho Mariscal, la elegiría porque está abriendo un nuevo mercado", aseguró el diseñador en referencia a la apuesta del filme por hacer animación para un público adulto frente al tradicional enfoque infantil de las películas del género.