Una ETA dividida retrasa el anuncio del fin de la lucha

  • La cúpula etarra ha decidido no hacer de momento el comunicado que esperan todos, sobre todo el Gobierno, de poner fin a la lucha armada.
  • Una mujer, Iratxe Sorzábal, lidera el ala más radical.
  • ETA también ha reprochado a la izquierda abertzale que no haya sido capaz de aglutinar ese polo soberanista que concurra a las generales.
Imagen del vídeo difundido el 10 de enero de 2011 en el que ETA anuncia un alto el fuego "permanente, general y verificable", aunque no contempla la entrega de las armas.
Imagen del vídeo difundido el 10 de enero de 2011 en el que ETA anuncia un alto el fuego "permanente, general y verificable", aunque no contempla la entrega de las armas.
REUTERS
Imagen del vídeo difundido el 10 de enero de 2011 en el que ETA anuncia un alto el fuego "permanente, general y verificable", aunque no contempla la entrega de las armas.

La cúpula de ETA está dividida. Su comité ejecutivo, la Zuba, ya ha hecho llegar a la izquierda abertzale que, de momento, no piensa hacer el comunicado que todos esperan, especialmente el Gobierno. No al menos el comunicado que le han pedido: ese que anunciará el final definitivo de la lucha armada, aunque no se incluyan los términos de disolución y entrega de armas.

Según ha podido saber 20 minutos de fuentes antiterroristas, ese comunicado no se producirá todavía. ¿Por qué? Principalmente por la división de la cúpula etarra. Cinco nombres, cinco votos, componen la actual Zuba etarra. A los que se suma un sexto voto, el del colectivo de presos etarras.

No todos se han mostrado favorables a hacer ese comunicado. La línea dura encabezada por Iratxe Sorzábal (jefa de ETA en Francia) ha dicho que no es el momento. No solo porque el grupo que representa (en el que están los comandos etarras) sigue creyendo que el único camino posible es el 'jo-ta-ke' (la expresión que utilizan para referirse a la continuación de la lucha armada), sino porque ETA cree que ahora le toca al Gobierno dar un nuevo paso.

"ETA quiere hacer público el comunicado cuando toda la cúpula esté de acuerdo. No quiere votos disconformes, aunque estos sean minoría, que puedan provocar una escisión", señalan las mismas fuentes. "Y no hay que olvidar que Sorzábal tiene hoy, aunque sea poco, el poder que representa tener las armas, la jefatura de los comandos". Y no se produce el acuerdo dentro de ETA porque la banda le reprocha al Gobierno que no esté dando ciertos pasos, como ya publicó este lunes este diario: la derogación de la doctrina Parot, para que salgan de prisión los etarras que hayan cumplido tres cuartas partes de la condena; y el debate de los refugiados.

Reproches a Bildu

ETA también ha reprochado a la izquierda abertzale que no haya sido capaz de aglutinar ese polo soberanista que concurra a las generales. El PNV ya ha dicho que no se sumará a Bildu. A pesar de este revés, la izquierda abertzale espera obtener cinco escaños en el Congreso a través de Bildu, ya que parece tener  ya asumido que el Constitucional no legalizará a Sortu, su propio partido.

La Abogacía del Estado solicitó este lunes al Constitucional que no legalice Sortu. El mensaje es claro para la izquierda abertzale. Mientras ETA no desaparezca definitivamente, es decir, no haga público el comunicado que se espera con los términos adecuados, a la izquierda abertzale solo le queda un camino: desvincularse "sin ofrecer ningún atisbo de duda, mediante un rechazo expreso de la violencia etarra y una petición de disolución de la banda terrorista", explica la Abogacía.

La reciente condena de diez años de prisión a Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga, dos de los principales líderes de la izquierda abertzale, supone un importante punto de inflexión. Díez Usabiaga acudió el lunes a la Audiencia para que le comunicaran la sentencia e ingresar en prisión. "Todo parece indicar que ETA se la está jugando a la izquierda abertzale. La banda ya asume que tendrá que negociar con otro Gobierno", aseguran las mismas fuentes.

Agradecidos a Cuba

El Colectivo de Refugiados Vascos en Cuba (que aglutina a los etarras que se esconden en ese país) ha decidido cerrar filas en torno al Gobierno cubano y aseguran sentirse agradecidos por el trato recibido por las autoridades de La Habana. Así lo han manifestado de manera oficial por medio de un comunicado en el que se desmarcaban de las quejas de sus compañeros Elena Barcenas y Javier Pérez Lekue, quienes calificaron la isla como una "cárcel" y trataron de huir de ese país caribeño junto al también etarra José Etxarte a bordo de un velero que fue interceptado en Venezuela el pasado 30 de agosto.

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