El pasado jueves por la tarde, los vecinos de Valencia veían cómo el fuego engullía uno de los edificios del barrio de El Campanar, concretamente, las llamas calcinaron una finca formada por dos edificios en los que residían 138 familias.
El incendio comenzó hacia las 17:15 horas en un piso de la sexta planta del complejo y, rápidamente, se trasladó a las viviendas colindantes a través de la fachada. La rapidez con la que se propagaba el fuego llamó la atención de los servicios de emergencias.
Este viernes, Vamos a ver ha podido hablar con Faustino Yanguas, uno de los bomberos que participó en la extinción del incendio. El profesional ha explicado cómo fueron las horas en las que tanto él como el resto de sus compañeros tuvieron que luchar contra las llamas.
"Los compañeros llegaban al puesto agotados, exhaustos por lo que se habían encontrado en el incendio. Yo fui uno de los que llegó para relevarles. Es el peor incendio que hemos vivido. Yo no he visto nada igual durante mi carrera, dudo que haya muchos bomberos que hayan intervenido en un incendio como este", ha destacado Faustino.
"Los compañeros me comentan que vinieron a un incendio normal en un piso y que ya aquí se dieron cuenta de que se desarrollaba de una manera anormal, extremadamente rápido", ha agregado el bombero que, además, ha apuntado que, pese a la excelente coordinación de los tres parques de bomberos de Valencia, la intensidad del incendio hacía imposible que solo entre ellos sofocasen las llamas. Por ello, casi inmediatamente, se pidió ayuda a la Unidad Militar de Emergencias.
"Para este tipo de incendios nunca hay efectivos suficientes. Éramos tres parques de bomberos, pero evidentemente necesitábamos ayuda y fue una labor de organización y trabajo excelente", ha sentenciado Faustino Yanguas.
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