La invasión de Ucrania por parte de Rusia está afectando a múltiples ámbitos. El sector económico o la política internacional son solo algunos de estos ejemplos, pero también el mundo de la comunicación.

La Unión Europea de Radiodifusión reaccionó rápido y, a pesar de no hacerlo inicialmente, al final terminó expulsando a Rusia de Eurovisión 2022. Esto provocó que las cadenas rusas abandonaran la organización del certamen, por lo que podrían mostrarse reacios a regresar en años próximos.

Cómo afecta la guerra a Eurovisión: de la destitución de la representante ucraniana a la participación de Rusia

Sin embargo, el conflicto bélico -que viene de lejos- no solo salpicó de este modo al festival de la canción, sino que provocó que Alina Pash, la ganadora de la preselección ucraniana y, por tanto, su representante en Eurovisión, se viera envuelta en una gran polémica. Todo estalló tras saberse que había viajado a Crimea un año después de que Rusia invadiera esa región ucraniana y se la anexionara por la fuerza, y también debido a unas fotos en redes en las que aparecía con la bandera rusa.

Todo ello provocó que abandonara su puesto y, en su lugar, se eligiera a Kalush Orchestra, segundos clasificados en la preselección. Esta banda ucraniana formada en 2019 interpreta Stefania, un pegadizo rap que ya acumula 2,6 millones de visualizaciones en su canal de YouTube oficial y 2,9 millones más en su videoclip en el perfil de Eurovisión Ucrania.

No hay duda de que la canción está cosechando un gran éxito. Tanto es así que incluso parte como favorita para ganar Eurovisión 2022, tal y como muestran las apuestas.

Según el afamado portal Eurovisión World, que recoge las apuestas de diferentes casas, Stefania de Kalush Orchestra tiene un 25% de posibilidades de ganar, frente al segundo país, Italia con Brividi, que tiene un 18%. Le siguen Suiza (6%), que aún está eligiendo a su representante en el Melodifestivalen; y Grecia (5%), del cual solo se conoce la artista, Amanda Tenfjord. Por su parte, Chanel y su SloMo han bajado a un puesto número 11 y un 2% de posibilidades de ganar.

Pero, al margen del ranking de posiciones, lo que las apuestas demuestran es no solo el éxito de la canción de Ucrania, sino las consecuencias de la guerra, que está provocando una ola de solidaridad que se prevé que se siga viviendo en Eurovisión 2022.