Un hombre de 70 años se subió a un taxi en Benalmádena, Málaga, armado con dos escopetas, con la intención de llegar a una comisaría para "matar" a policías porque la grúa se había llevado su coche mal estacionado.
Finalmente no cumplió su objetivo y fue detenido, y este martes el taxista ha visitado TardeAR. Sin desvelar su rostro, ha relatado todo lo ocurrido la noche del lunes.
Cuando se sentó en el asiento del copiloto, ha expresado que "no tenía otra opción" que llevarle. Lo recogió en su domicilio, donde se encontraba su mujer: "Estaba histérica, no paraba de preguntarle para dónde iba", ha detallado.
"Llamé a la central delante de ese hombre para contarlo y él ni se inmutó ni nada", ha contado el taxista. Gracias al GPS, se pudo localizar su vehículo.
El taxista intentó disuadirlo, pero el conductor no le hacía caso. "Iba obsesionado, nada más que quería tomarse la venganza", ha asegurado el trabajador. El hombre armado defendía que deberían haberle puesto una multa, pero no haberse llevado su coche.
Pese a las circunstancias, el taxista consiguió grabarle. "Él estaba ido. Sabía a lo que iba. Él quería matar y hacer algo grave", ha insistido en el espacio de Ana Rosa.
Aunque fue un trayecto de diez minutos, el conductor sintió mucha tensión y miedo. Además, el profesional intentó hacer el trayecto más lentamente para asegurarse de que la Policía iba a aparecer.
Cuando llegaron a comisaría, había muchos agentes esperándolos. "Me comuniqué con uno con la mirada y me tiré del coche", ha contado el taxista.
El trabajador también ha asegurado que llevaba las armas con mucha munición. "Nunca había visto algo así en España, pensaba que era algo de Norteamérica", ha expresado.
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