La ceremonia de entrada de Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa fue, el pasado jueves, uno de los episodios más comentados por todos los programas informativos tanto de la mañana como de la tarde. Ahora, varias horas después del evento, comienzan a salir a la luz algunos detalles que antes se desconocían.

Así, Espejo Público ha rescatado el tuit publicado por Álvaro Vargas Llosa, quien apuntaba que el Nobel debía gran parte de su obra a Patricia Llosa, exmujer del escritor: "A nadie deben mi padre y su obra tanto como a ella. Mi padre lo ha proclamado muchas veces en público, nos lo repite a menudo en privado. Nadie merecía estar en primera fila más que ella. La mujer de su vida, dicen los cursis. No solo los cursis. Los inmortales también".

Sin embargo, desde el plató del matinal de Antena 3, Susanna Griso ha destacado que, hasta su ruptura, Mario Vargas Llosa deseaba que quien le acompañase en la cita fuera Isabel Preysler: "Mario le envió a Isabel un manuscrito con parte de su nueva obra donde, además, le explica que su ilusión es que ella fuera con él a París".

Esto sucedió cuando el escritor decidió abandonar el domicilio que compartía con Preysler tras "un ataque de celos infundados": "Mario viene de una educación tradicional, digamos que es un poco antigua. Tiene celos y se va de casa con lo puesto, como había hecho en otras ocasiones. Con Isabel era la segunda vez", ha destacado la presentadora.

"Él no piensa en irse definitivamente, sino que era una espantada para demostrar que estaba molesto y que había tenido celos por lo que había pasado la noche anterior, pero su intención era volver con ese manuscrito donde le pedía a Isabel que estuviera en París", ha agregado Griso que, además, ha explicado que "Isabel no quería tolerar más estacadas porque considera que irse de una casa sin despedirse es de muy mala educación".