Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Por qué la presentadora virtual de Telecinco está destinada a fracasar

Alba Renai, presentadora de Mediaset generada por inteligencia artificial.
Alba Renai, presentadora de Mediaset generada por inteligencia artificial.
MEDIASET
Alba Renai, presentadora de Mediaset generada por inteligencia artificial.

Alba Renai es la nueva presentadora de Mediaset. Pero Alba Renai no existe. Es una creación virtual generada por inteligencia artificial. Cosa que no ha impedido que algún hombre ya haya intentado ligar con ella a través de las redes sociales. Qué señores. Y qué 'buenorra' está ella, claro. Porque se ha creado una mujer con un canon de belleza que busca tal impostada perfección que es completamente anodina. El sexismo sigue aquí entre nosotros y continuamos pensando que la presentadora de 'éxito' es la que entra por los ojos de un tipo de espectador. Error.

La propia historia de la televisión nos ha enseñado que las grandes comunicadoras son las que se salen de esos patrones. Mercedes Milá, María Teresa Campos, Concha Velasco... Conectamos con ellas por su carisma, no por su físico. El atractivo en la tele va en el carácter de la capacidad de escuchar al espectador e intentar entenderlo. Hasta cuando no entiendes.

Con la creación por Inteligencia Artificial de Alba Renai, con apellido que suena a problema renal, en Telecinco se han asegurado publicidad gratis por la polémica que despierta plantar a una presentadora 'fake'. Incluso Joaquín Prat y Patricia Pardo han enseñado la patita de su indignación con esta modernidad que, paradójicamente, en pantalla queda muy retrógrada.

Para empezar, porque Alba Renai no puede escuchar al espectador, claro. Y, entonces, es fácil percatarse de que esta IA representa la antítesis de la gracia que llevó a Telecinco al éxito: la espontaneidad. No una cosa hablando a trompicones, que ni se comprende bien lo que dice por la manera en la que lo dice. La inteligencia artificial se debería aprovechar para crear seres fantasiosos, personajes imposibles en la vida real que alimenten la imaginación de la televisión. Como se ha hecho tantas veces, cuando no había una tecnología así y se tiraba de la artesanía para diseñar mascotas únicas que atraían la atención del público desde la inventiva. ¿Se acuerdan del personaje de videojuego Hugo que sorprendió en el Telecinco de los años noventa? Se ve que en Telecinco, no. 

Aquí se ha creado un estereotipo que remite a otras épocas con mujeres tratadas como floreros parlantes, en vez de utilizar la Inteligencia Artificial para ir más allá. Este trampantojo, en cambio, no atesora ni ensoñación ni identificación ni naturalidad, que es la base de la televisión. Obvio, Alba Renai no puede transmitir verdad porque no es de verdad. Y porque tampoco se ha creado desde la singularidad de la imaginación. Sólo se ha ido a un sexismo básico que delata qué antiguos nos estamos poniendo, yendo a viejunos clichés de la excitación de promesas de piel hasta cuando ni siquiera hay piel.

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