El exceso de información es ruido. En una guerra, además, el ruido se convierte en odio a través de la propaganda que se atrinchera entre los especuladores profesionales. Profesión en lanza, pues las crisis económicas y publicitarias provocaron que medios de comunicación recortaran en corresponsalías y enviados especiales para quedarse atados al debate de opinión. Más barato, más viral. Pero, también, rendición frente a la desinformación con la que se ganan y pierden los conflictos bélicos. 

No es casual que la audiencia de RTVE suba cuando la corporación pública deja en su justa medida el debate opinólogo y se centra en explicar lo que ocurre a través de las preguntas del periodismo más pedagógico. El periodismo que conoce el terreno de juego. En la guerra entre Israel y Hamás lo está haciendo el enviado especial de RNE, Fran Sevilla. En RTVE, y en sus redes sociales. Siempre con narraciones interesantes, por sensibles y por didácticas. 

Es el periodismo que no calienta cabezas, simplemente intenta entender causas, consecuencias y realidades. En este sentido, son un acierto las conexiones diarias de La hora de La 1 con Fran Sevilla. El programa matinal de producción propia de Televisión Española ha sabido marcar una cita en la rutina del espectador. 

El periodismo que se le estaba olvidando a la televisión

A las 10 de la mañana, a diario, la audiencia se encuentra la crónica en directo de Fran Sevilla. La última noche contada desde el enfoque próximo, que no confunde pasión con morbo, que no confunde periodismo con réplica. Fran Sevilla representa el periodismo clásico que aprovecha la tecnología de hoy para seguir creciendo. 

Y su experiencia en conflictos bélicos recuerda que la compleja realidad se empieza a comprender atendiendo las historias que se encuentra el reportero en el camino, esas que ponen el foco en los derechos humanos y no se quedan en la imagen espectacular. Imagen que impacta, que incluso asusta, pero que no siempre aporta por si sola el entendimiento base del periodismo.

Romantizando la precariedad