La inflamación del tejido cerebral puede provocar una amplia variedad de síntomas y afectar a estructuras próximas como las meninges o la médula espinal. Aunque no se trata de una enfermedad muy prevalente, sus secuelas e incluso su mortalidad aún son muy elevadas.
En España, gracias a la vacunación y a la higiene, en las últimas décadas han dido descendiendo progresivamente los casos de encefalitis infecciosa, aunque existen múltiples causas que pueden provocar la enfermedad.
La rapidez en el diagnóstico es vital para poner en marcha el tratamiento adecuado, que en cada caso será diferente. Los expertos nos hablan de todas las perspectivas desde las que abordan la encefalitis.
¿Qué es la encefalitis? Estos son sus síntomas
La encefalitis es una enfermedad neurológica que se manifiesta con la inflamación del tejido cerebral, que también podría afectar a las estructuras cercanas como las meninges (meningoencefalitis) o la médula espinal (mieditis o encefalomielitis).
Una vez el tejido cerebral ha sufrido este 'ataque', se pueden desencadenar multitud de síntomas entre los que destacan fiebre alta, dolor de cabeza, confusión, convulsiones, alteraciones del habla o del lenguaje, problemas de coordinación o debilidad muscular, cambios en el estado de conciencia, náuseas, vómitos, rigidez en el cuello y, en los casos más graves, el coma.
Se trata de una patología que puede afectar a cualquier grupo de población, pero que se hace especialmente fuerte en personas con el sistema inmune deficiente, como es el caso de niños pequeños, que aún no lo han desarrollado del todo, y los adultos mayores.
Consecuencias graves de la encefalitis
La encefalitis no es una enfermedad habitual, puesto que 'sólo' afecta a 1.200 personas al año en España (entre dos y cuatro casos por cada 100.000 habitantes). Sin embargo, sus estragos, si no se trata a tiempo pueden ser muy graves e, incluso, mortales.
Por lo que respecta a las secuelas neurológicas de esta patología, las más comunes son problemas de memoria, dificultades de aprendizaje, cambios en la personalidad y/o problemas motores.
Como explica la doctora Marta Guillán, Secretaria del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología, "nos encontramos ante una enfermedad que, aunque sea poco frecuente, tiene unas consecuencias devastadoras. La encefalitis tiene una alta tasa de mortalidad, que en España ronda entre el 5 y el 20 por ciento de los casos. Quienes sobreviven, tienen secuelas importantes en el 20 por ciento de los casos".
De estas declaraciones de la doctora se deduce, pues, que la encefalitis es una emergencia médica que requiere de la búsqueda de atención profesional urgente ante la más mínima sospecha.
La importancia de un diagnóstico temprano
Desde la SEN insisten en la importancia de la detección y el tratamiento temprano de esta enfermedad neurológica. Su evolución, pues, dependerá de la rapidez con que se diagnostique y se trate, tanto la causa subyacente que la ha provocado (y que pueden ser varias) como la salud general del paciente.
Determinados tipos de encefalitis tienen una mortalidad del 70 por ciento si no se abordan a tiempo. En palabras de la doctora Guillán: "en estos últimos años se han producido avances en los métodos diagnósticos, lo que nos ha permitido aumentar el porcentaje de casos en los que se identifica con claridad la causa. El tratamiento idóneo para cada caso depende en muchos casos de la causa subyacente”.
Eso sí, la especialista lanza una queja que tiene que ver con los fallos del sistema: "a pesar de todo, y de los avances, que los hay, continúa siendo una enfermedad infradiagnosticada e infranotificada. Estimamos que en más del 40 por ciento de los casos no se obtiene un diagnóstico causal definitivo".
Múltiples causas que pueden desencadenar encefalitis
Además de que sus secuelas son diferentes en función del tipo de encefalitis, el momento del diagnóstico y el estado general del paciente, también las causas tienen distintas procedencias.
Tradicionalmente, el origen se divide en cuatro posibilidades: infeccioso, postinfeccioso, autoinmune o tóxico. La más común a nivel mundial, no obstante, es la encefalitis infecciosa.
En general, los causantes pueden ser diversas bacterias, hongos, parásitos o tóxicos, aunque lo más habitual es que esta enfermedad tenga detrás un virus que la ocasiona. Entre ellos, destacan el del herpes simple, el VIH, el virus del Nilo Occidental (transmitido por mosquitos), la enfermedad de Lyme (ocasionado por la mordedura de una garrapata), la rabia…
Menos excepcional, y causa también de la inflamación del tejido cerebral son enfermedades como la gripe, la varicela, la polio, el sarampión, las paperas o la rubeola.
Situación de la encefalitis en España
La doctora Guillán habla en este particular de un descenso de la encefalitis infecciosa gracias a la vacunación y a la higiene. "Hoy en día, gracias a la inmunización, virus que antes causaban encefalitis graves como el sarampión, las paperas o la rubeola sólo lo hacen en personas no vacunadas. La inmunoterapia es cada vez más eficaz en el tratamiento de estas encefalitis".
Aún así, y a pesar de que la variedad infecciosa ha descendido, los expertos han observado un aumento de casos de encefalitis autoinmunes asociadas a factores genéticos, ambientales, a la contaminación o a enfermedades virales previas. De hecho, un tercio de las encefalitis son de causa autoinmune, es decir, que el sistema de defensas ataca por error proteínas del propio organismo.
Las consecuencias directas de este 'ataque' son síntomas neuro-psiquiátricos como cambios de comportamiento, psicosis, convulsiones, déficits cognitivos y de memoria.
Además, "aquellas personas que hayan sufrido previamente una encefalitis viral producida por un herpes, por ejemplo, son más susceptibles de sufrir una encefalitis de causa autoinmune".
El papel (crucial) de las vacunas y la prevención
Las vacunas, al evitar las infecciones más graves, "hacen que disminuya el riesgo vascular y, por tanto, nos ayudan a mantener una buena salud cerebral. Existen estudios que relacionan una buena cumplimentación de nuestro calendario vacunal con un menor riesgo de otro tipo de enfermedades, como por ejemplo, demencias. Por tanto, los profesionales de la salud insistimos en que vacunarse es cuidar de nuestra salud cerebral”, comenta Marta Guillán.
Desde la SEN hacen hincapié, además, en la necesidad de tomar medidas para reducir el riesgo de picaduras de mosquitos y garrapatas (en especial cuando se realizan viajes a algunas regiones del mundo).
Para este tipo de viajes remotos, "recomendamos que se acuda antes al centro de vacunación o se consulte los centros de vacunación internacional de la página web del Ministerio de Sanidad. Allí encontrarán información sobre vacunas de interés como la de la encefalitis centro europea, la encefalitis japonesa, la polio, la rabia, el tétanos, la fiebre amarilla… y se le explicará quién debe vacunarse, cuándo y cómo hacerlo”, concluye la doctora.
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