Con la que está cayendo todos andamos haciendo números para que las cuentas cuadren y fácil no resulta.

Las noticias de la marcha de la economía que nos llevan día a día del susto al sobresalto están ganando espacio y tiempo y no solo en los medios de información, también en las conversaciones cotidianas. El precio de los carburantes, el encarecimiento de la cesta de la compra, el desbocamiento del IPC se han instalado en nuestro vocabulario y, lo que es peor, en nuestras vidas.

El índice de precios al consumo nos devolvió de golpe treinta y siete años atrás

Marzo se despidió con un buen susto, el índice de precios al consumo nos devolvió de golpe treinta y siete años atrás. Desde entonces no se conocía un alza semejante.

Y ya puestos a recordar los ochenta, por aquellos años una noticia aparentemente anecdótica dio mucho que hablar en el mundo de las finanzas y pasó a estudiarse como ejemplo de ahorro.

La compañía American Airlines, que no atravesaba un buen momento y debía reducir costes, decidió quitar una aceituna por ración de ensalada que servía en sus vuelos. No sé a qué precio andaban las aceitunas por aquel entonces, pero la idea se tradujo en un ahorro de cuarenta mil dólares al año y fue muy celebrada. Después de aquello vinieron ideas peores, las líneas aéreas estrecharon asientos, redujeron ancho de pasillos y decidieron cobrar cada vez más ofreciendo menos. Se empieza con una aceituna y mira cómo se acaba.