Helena Resano Periodista
OPINIÓN

Esperando al debate

Los seis candidatos a presidir la Comunidad de Madrid, este domingo en actos electorales.
Los seis candidatos a presidir la Comunidad de Madrid, en actos electorales.
EFE
Los seis candidatos a presidir la Comunidad de Madrid, este domingo en actos electorales.

Este miércoles toca debate. El único en el que podremos ver a los candidatos de los 6 grandes partidos confrontar ideas para alcanzar la presidencia de la Comunidad de Madrid. Bueno, igual me he pasado de ingenua. 

Puede que, al final, lo único que vemos sea los mismos reproches que llevamos escuchando desde hace días, las mismas acusaciones, la misma polarización y cero propuestas sobre lo que quieren hacer unos y otros en materia de sanidad, educación, cuidados de nuestros mayores, revitalización de la economía, recuperación de los trabajos perdidos, más oportunidades para el empleo juvenil, en fin, los problemas reales que ustedes y yo tenemos. Los problemas de los que cada vez hablan menos los políticos, pero sobre los que realmente van a tener que trabajar, cuando se pongan a ello.

Las campañas electorales son cada vez más puestas en escena planeadas y pensadas para el minuto del telediario o para el corte en las redes. El espectáculo, la frase, la performance es lo que importa y la propuesta concreta es lo de menos. Desgraciadamente, cada vez más, los partidos políticos acotan sus actos e impiden que podamos ir a cubrirlos de forma presencial: la excusa ahora es la pandemia, pero, en el fondo, les resulta más fácil hacer sus "enlatados": enviarnos a los medios de comunicación el corte que ellos quieren que salga, la imagen que ellos quieren que se vea y evitar a toda costa las preguntas incómodas. Creen que así controlan mejor el impacto y, al final, lo que consiguen es que a quienes tienen que convencer, a quienes tienen que lograr animar para conseguir su voto, se alejen cada vez más.

En estas elecciones, según las encuestas, hay un buen puñado de votos sin decidir. Muchos electores que no saben qué hacer: si votar a lo menos malo, votar por descarte o, directamente, no ir a votar. Las conversaciones estos días giran en torno a esto, a la incertidumbre de qué hacer, de ir o no ir a votar o de votar "lo menos malo".

Para mi hija van a ser sus primeras elecciones. El otro día nos llegó la tarjeta censal y, ya solo eso, fue un motivo de emoción. Porque, por todo lo demás, llevo días escuchándole que está perdida. Le animamos a que hiciera lo más sensato: "Léete los programas electorales, investiga qué propone cada uno y aíslate de todos los mensajes que lanzan y que recibes". Ahí lo dejamos, sin presionar. Y pensando que, muchas veces, los programas electorales son una declaración de intenciones que pocas veces se acaban cumpliendo. Pero al menos reflejan, o deberían de reflejar, cómo propone cada formación organizar nuestra sociedad

Solo así superará ese debate estéril en el que se han empeñado en meternos los políticos, de trincheras, de unos contra otros. El 4-M no votamos qué somos, deberíamos votar qué queremos para la comunidad. Solo eso. Y tan importante como eso. 

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