Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Éxitos y tragedias de la tele Nochevieja: 'Cachitos', Pedroche y 'mareos'

Pedroche, un año más, en la puerta del Sol.
Pedroche, un año más, en la puerta del Sol.
Atresmedia
Pedroche, un año más, en la puerta del Sol.
Cristina Pedroche ha vuelto a convertirse en la protagonista indiscutible de las campanadas de Nochevieja.
Europa Press

1. EL TRUCO DEL CASCO DE PEDROCHE. Aunque este año no había grandes reclamos creativamente disruptivos en los canales de la competencia, Antena 3 jugó a ir a por todas en la emisión del cambio de año desde Sol. Y lo consiguió. Lideró, superando a TVE. Pero, para lograr arrasar en audiencias y mantener al público durante las campanadas propiamente dichas, ya no sólo bastaba con retrasar a un segundo antes de los cuartos el instante de destapar el vestido de la presentadora. Así que Pedroche aguantó con un casco en la cabeza que escondía una sorpresa machaconamente anunciada. Pero no descubrió lo que había debajo del casco el año nuevo. Táctica con la que la cadena se aseguraba que un grueso de público no cambiara a La 1 para vivir las uvas en la tradición de la televisión pública.

La broma repetida en las redes sociales que incidía en que Pedroche se iría quitando lo que cubre a su vestido, poco a poco, durante las campanadas se ha hecho prácticamente realidad. Una nueva modalidad de cebo televisivo que ha surtido efecto, aunque la expectación por qué se pondrá Pedroche pinta que empezará a caer el próximo año. En este 2022 ya la conversación social en torno al tema ya muestra un evidente agotamiento, ni siquiera descubrir su cabeza rapada ha calado con fuerza. Se notaba que era sólo caracterización, al contrario de lo que anunció. Lo que provoca un sentimiento de engaño en los que han seguido todos los comentarios de Pedroche. Como consecuencia, la calva de plástico no consiguió el efecto meme que perseguía, no sorprendió como otros años. Si ya lo era, ahora el público ya siente este sainete demasiado forzado. 

2. LA VERDAD DE CACHITOS DE HIERRO Y CROMO. El otro gran éxito de la Nochevieja es el especial de Cachitos de hierro y cromo. La 2 superó hasta a Telecinco con Cachitos. Este año con homenaje a Raffaella Carrà incluido con una excelente propuesta escénica y visual. Como no podía ser de otra manera.  Allí cantaron Ana Guerra, Samantha Hudson, Ladilla Rusa o Soleá Morente. Hay que renovar el archivo de RTVE. Con talento actual, falta hace. El show lo cerró Guille Guille Milkyway, creador de La Casa Azul. Y, claro, el programa recordó cuando participó en Salvemos Eurovisión que presentó Raffaella y, allí, se arrodilló ante Carrà, que relativizó el momento fan del creador del himno 'La revolución sexual' con su sonriente humildad. En una tele de cartón piedra -véase lo de Pedroche-, Guille Milkyway destacó que Raffaella Carrà conseguía siempre que fluyera la verdad en un directo. Lo vivió en sus propias carnes cuando se la encontró y verbalizó le salió decir lo que sentía por ella. Tan importante verbalizar los sentimientos.

En cierto sentido, ese también es el éxito por el que crea tal furor Cachitos de hierro y cromo. Como Raffaella, genera un clima de confianza especial que permitía que saliera la verdad de la gente. Porque no trata con condescendencia al espectador y se atreve a hablar con la valentía que crea cómplices fieles. Así sus rótulos no temen la ironía burra. Así el programa no se ha quedado en un zapping que rescata momentos creativos del archivo musical de RTVE y trasciende socialmente porque actualiza este revival con una mirada cargada de espíritu crítico a la realidad que nos rodea con ayuda de unos rótulos que no están escritos con miedo. Narran con mordacidad cómo somos. La función de RTVE: el buen entretenimiento es el que te aporta, mientras te diviertes estás inspirándote, ya sea descubriendo canciones o cuestionándote con espíritu de fiesta que fantástica esta fiesta lo que nos rodea.

3. EL MAREO DE LA 1. Difícilmente podrán utilizar en los Cachitos de hierro y cromo del futuro la gala de nochevieja de La 1 de este 2022. Representa lo opuesto a Cachitos. Un guion infumable por tópico y una realización visual cargada de una saturación de efectos locos y brillos amateurs que sólo generaba frustración a la hora de seguir el programa. Es más, invitaba a cambiar el canal. ¿Cómo puede pasar tal desaguisado los filtros de calidad de TVE? Expediente X. Las transiciones, planos borrosos y otros fuegos de artificio hortera impedían poder disfrutar las actuaciones musicales grabadas en el estudio 5 de Prado del Rey. Ruido visual sin ápice de arte creativo. Porque se puede (y se debe) jugar con los zooms y los efectos, por supuesto. Como hacía Valerio Lazarov con sus propuestas visuales que se lanzaban con atrevimiento a la fantasía. La diferencia está en que Lazarov sigue siendo vanguardia, pues creaba conceptos artísticos rotundos para hacer más grande la historia que pretendían contar las actuaciones musicales. Nada que ver con esto, que sólo ha sido un batiburrillo de locuras sin ton ni son que espanta e incordia. Ni siquiera se veía bien a los artistas, lo que impedía disfrutar el programa propiciando una frustración en el público. Resultado: caída libre en audiencias para la televisión pública, que siempre lideraba con luminosidad y grandilocuencia. Pero esta gala no fue ni luminosa ni grandilocuencia. Parecía un show de fin de curso.

Lo que está claro es que esta Nochevieja apunta a un cambio de ciclo. El fin de año es la celebración de seguir creciendo y las cadenas tradicionales están entrando en un estancamiento por una inercia que evidencia falta de ideas. Están olvidando o desconocen que para que la audiencia se sienta implicada con su canal no necesita tópicos institucionales, la televisión es la imprevisibilidad de lanzarse a la creatividad.

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